La urbanización del polígono del Ruiseñor, en fase final

Inmaculada López Martínez
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Por el momento, está confirmada la presencia de dos operadores logísticos y otras cuatro importantes empresas entre las que destaca Cummins, que creará la mayor planta de hidrógeno verde del mundo

Imágenes de las obras de esta importante actuación de suelo industrial. - Foto: Javier Pozo

Han pasado nada menos que 18 años desde que se conociera la noticia de que Guadalajara contaría con un nuevo polígono industrial al otro lado de las vías de tren: el polígono del Ruiseñor. En un momento de plena expansión demográfica y urbanística, también se hacía necesaria y urgente la adecuación de nuevo suelo industrial para hacer frente a las futuras demandas empresariales y económicas que pudiese tener la capital. 

Sin embargo, las numerosas discrepancias y litigios que enfrentaron a una parte de los propietarios de los terrenos con el agente urbanizador (la empresa guadalajareña Hercesa), los arduos trámites administrativos y legales que son precisos para llevar a cabo iniciativas urbanísticas de estas características así como la irrupción de la crisis de 2008 y posteriores periodos de recesión económica provocaron sucesivas prórrogas en el desarrollo de este nuevo polígono cuya puesta en marcha definitiva no llegaría hasta hace escasos dos años. Hoy, el polígono del Ruiseñor está a punto de convertirse en una realidad palpable y afronta la fase final de las obras de urbanización de sus más de 1,6 millones de metros cuadrados de superficie. 

Según detalla el primer teniente de alcalde y concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Guadalajara, Rafael Pérez Borda, el primero de los dos grandes sectores que abarca esta nueva zona industrial de la ciudad, el SPN-07, ya se encuentra al 65 por ciento de su ejecución certificada, mientras que el segundo, el SP-40, se sitúa entorno al 71 por ciento. «El porcentaje que queda se prevé terminar de manera rapidísima», indica.

Imágenes de las obras de esta importante actuación de suelo industrial. Imágenes de las obras de esta importante actuación de suelo industrial. - Foto: Javier PozoDe hecho, Pérez Borda explica que una de las partes más importantes de la obra, el enlace con la carretera CM-10 de conexión de los polígonos, ya ha dado comienzo y «estará lista en un plazo de cuatro o cinco meses». Precisamente, éste será el acceso principal de vehículos a la zona sur de esta nueva área industrial de la capital.

Asimismo, ya se encuentra instalada la gran pasarela que dará entrada y salida peatonal a esta infraestructura desde el barrio de Los Manantiales, atravesando la calle Francisco Aritio. Fue el pasado mes de febrero cuando tuvo lugar el izado del tramo elevado de dicha pasarela, que cuenta en su conjunto con una longitud es de 26 metros y un peso de 19 toneladas. 

Otra de las entradas que permitirá llegar a pie hasta el polígono del Ruiseñor será la pasarela peatonal ya existente junto a la estación de Renfe, a la cual se accede por la antigua carretera de Marchamalo. Una vez cruzada dicha pasarela, se alcanza la zona norte del nuevo polígono por el Camino Viejo de Cabanillas, que transcurre paralelo a la vía del tren.

SOSTENIBILIDAD

Imágenes de las obras de esta importante actuación de suelo industrial. Imágenes de las obras de esta importante actuación de suelo industrial. - Foto: Javier PozoLas obras de urbanización de este futuro eje empresarial supondrán una inversión de 56 millones de euros y, según fuentes de Hercesa, la previsión es que puedan estar concluidas en lo que queda de año 2022. Por otro lado, desde la compañía guadalajareña destacan la perspectiva de la sostenibilidad con la que se está ejecutando esta actuación al contar « con una correcta gestión de residuos, alumbrado público LED que reduce la contaminación lumínica, espacios comunes para descanso, senda peatonal y zonas verdes con riego por goteo y carril bici o ciclovía que recorren el perímetro del polígono, entre otras características verdes».

En lo que respecta a la implantación de empresas, hasta el momento, está comprometido un tercio del suelo que abarca esta infraestructura. Se conoce que habrá presencia, al menos, de dos operadores logísticos, Prologis y Montepino. El primero contará con una nave de más de 40.000 metros cuadrados cuya licencia de obra se concederá la próxima semana por parte del Consistorio capitalino. Por su parte, la actividad de Montepino ocupará una parcela de 215.000 metros cuadrados en el área sur de este nuevo polígono.

Además, tal y como se conoció  hace dos semanas, Cummins será otra de las grandes compañías que operará en elRuiseñor. Esta multinacional norteamericana formalizó el pasado 23 de marzo de 2022 la adquisición de 55.000 metros cuadrados de suelo para ubicar una planta destinada a la fabricación de electrolizadores capaces de producir hidrógeno descomponiendo las moléculas de agua en el hidrógeno y oxígeno mediante un proceso conocido con el nombre de electrolisis, siendo capaz de generar 500 megawatios al año. Dicha factoría, que estará operativa en 2023, cuenta con una inversión de 50 millones de euros y creará 350 puestos de trabajo. «En Guadalajara vamos a dejar esa sensación que teníamos del pasado de que aquí no se ubicaban empresas. Ahora, esta inversión podría colocar a España como líder tecnológico e industrial en este segmento de actividad», valora el alcalde capitalino, Alberto Rojo.

Precisamente, esta semana, Rojo confirmaba la llegada de «otras tres grandes empresas»  en esta nueva área industrial cuyos nombres, hasta el momento, no han sido desvelados. No obstante, el primer edil se refierió a «la generación de 3.000 empleos en un intervalo de tiempo de entre dos y tres años». En todo caso, el concejal de Urbanismo sí aclara que las empresas que se han interesado o decidido instalar en el Ruiseñor hasta el momento, no son todas del ámbito de la logística sino que hay de otros sectores como el caso de Cummins. «El desembarco de empresas internacionales va a ser muy importante para la ciudad. Aparte del volumen de empleo directo que van a crear, son compañías con una tremenda vocación de consolidación y estabilidad y que generan mucha actividad económica a su alrededor», señala Rafael Pérez Borda.

«PULMÓN EMPRESARIAL»

En esta misma línea de opinión se muestra el secretario general de CEOE-Cepyme Guadalajara, Javier Arriola, quien califica de «magnífica noticia» el definitivo desarrollo de este polígono. «Es una infraestructura que la ciudad necesitaba porque nos habíamos quedado sin suelo industrial, los polígonos del Balconcillo y del Henares estaban agotados desde hace tiempo», recuerda. Además, Arriola considera que será «un revulsivo económico importante» y un «auténtico pulmón empresarial» para la capital.

Al igual que otros desarrollos industriales del área del Corredor, el polígono del Ruiseñor cuenta a su favor con una estratégica y atrayente ubicación en el centro de la península. Tiene conexión directa con la CM-10 (vía de conexión entre polígonos y Ronda Norte por el otro extremo) y a las rotondas de las carreteras de Marchamalo y la de Cabanillas del Campo.