Escrivá se ensaña con las rentas altas para 'cuadrar' las pensiones

Agencias
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La revisión de la ley acordada con Podemos contempla recaudar más de los trabajadores que superen 53.946 euros anuales y elevar las bases máximas de cotización de los 4.495,4 euros

El aumento del número de jubilados cada año urge al Gobierno a tomar medidas para garantizar la sostenibilidad del sistema - Foto: EFE

El Ministerio de Seguridad Social presentó el pasado viernes a los agentes sociales su propuesta de la reforma del sistema de pensiones, acordada previamente con Unidas Podemos y a la espera del visto bueno definitivo de la Comisión Europea. Estas medidas tienen como objetivo principal aumentar la recaudación del Estado para hacer frente al gasto que supone el sistema de pensiones y poder garantizar la subida de las prestaciones según la inflación, pero en ningún caso implica medidas de ahorro para sufragarlo. El ministro José Luis Escrivá opta por subir los impuestos a una gran mayoría de trabajadores y autónomos asestando un golpe a las cotizaciones sociales de los más de 20 millones de trabajadores que hay en la actualidad. 
Estas medidas de la segunda fase, exigidas por Bruselas para el desembolso de los fondos de recuperación, se suman a las ya pactadas en julio de 2021 y que, entre otros cambios, vinculaban la revalorización de las pensiones con la inflación. En esta ocasión, entre las novedades se encuentra aumentar las bases de cotización máximas o subir el Mecanismo de Equidad Intergeneracional.

Subida de las bases máximas

Entre las medidas para reforzar los ingresos, focalizadas en las rentas altas, pero no únicamente, destaca principalmente la subida de las bases máximas de cotización (actualmente en 4.495 euros), que se hará entre 2024 y 2050 y endurecerán todavía más las condiciones de contratación. Esta consistirá en ir sumándole a la cuantía anual del IPC una cuantía fija de 1,2 puntos porcentuales. Por su parte, las pensiones máximas se revalorizarán año a año con la cuantía anual del IPC más un incremento adicional de 0,0115 porcentuales acumulativos cada año hasta 2050.

Cuota de solidaridad

El Gobierno plantea una cuota de solidaridad para la parte del salario que actualmente no cotiza por superar el tope máximo de cotización. Esta será del 1% en 2025 e irá aumentando a un ritmo de 0,25 puntos por año hasta llegar al 6% en 2045. Por ejemplo, a una persona que gane 500 euros por encima del tope máximo de cotización, la cuota sólo se aplicaría por esos 500 euros y no por todo su salario, cotizando 5 euros adicionales en 2025. Esta cuota solo se aplicará a salarios superiores a 53.946 euros en 2023, la base máxima de cotización hoy en España. Esto implica que casi 1,3 millones de trabajadores soportarán buena parte de la subida fiscal de Escrivá.

Mecanismo de Equidad Intergeneracional

También para mejorar los ingresos del sistema el Mecanismo de Equidad Intergeneracional o MEI va a pasar de los 0,6 puntos porcentuales actuales a 1,2 puntos en 2029, a un ritmo de una décima de subida por año para reforzar el sistema durante los años en los que puede haber una mayor tensión por la jubilación de la generación del baby boom. Esto implicará que los más de 20 millones de asalariados y autónomos que trabajan actualemente soportarán esta subida. En caso de que fuera a para al empresario, fácilmente lo podría repercutir en la merma del salario.

Elección del período de cómputo

Otra de las medidas más importantes para modernizar el sistema es la posibilidad de elegir el período de cómputo de la pensión. Y es que para los próximos 20 años se establecerá un régimen dual del período de cómputo, que permitirá escoger entre estas dos posibilidades: los 29 últimos años de carrera, descartando los dos años peores; y el período de cómputo actual (25 últimos años). La primera posibilidad se desplegará progresivamente durante 12 años a partir de 2026. El principal objetivo de esta norma será beneficiar a los trabajadores con carreras irregulares y precarias.

Combatir la brecha de género

La reforma contempla medidas para combatir la brecha de género, enfocadas especialmente en las mujeres, quienes de media reciben siempre una pensión menor, exceptuando el caso de la de viudedad. Así, el complemento de brecha de género tendrá un incremento del 10%, adicional a la revalorización anual, en el bienio 2024-2025.

Cobertura de lagunas de cotización

Se mantiene que los vacíos de cotización se compensen con el 100% de la base mínima los primeros 48 meses y con el 50% de la base mínima a partir del mes 49, añadiendo para las trabajadoras por cuenta ajena, el 100% de la base mínima entre el mes de vacío 49 y el 60 y el 80% de la base mínima entre el 61 y el 84.

Pensiones mínimas

Establece una senda de convergencia de las pensiones mínimas contributivas para asegurar que lleguen al 60% de la renta mediana, tomando como referencia la evolución de la pensión mínima con cónyuge a cargo.