A un delantero, por norma general, siempre se le mide por sus cifras goleadoras. A un 'depredador' del área como Robert Lewandowski mucho más. Sin embargo, el polaco no atraviesa su mejor momento de cara a portería en el Barcelona y, aún así, Xavi Hernández ha seguido confiando en él como si metiera tantos de dos en dos. Esto solo se explica a partir de todo lo que aporta el ariete con y sin balón, algo que se queda en la sombra víctima de su perfil como atacante.

La presente temporada se puede dividir en dos partes: una, antes del Mundial de Qatar y otra después del mismo. Pues bien, antes de la celebración del torneo, Lewandowski había marcado un total de 15 goles entre todas las competiciones. Sin embargo, todo ha cambiado una vez que Argentina se coronase como campeonamundo. El polaco solo ha festejado siete tantos entre LaLiga, la Supercopa de España, la Europa League y la Copa.

Ese bajón a nivel anotador presenta varias explicaciones. La primera fue la sanción que tuvo que cumplir el exjugador del Bayern de Múnich tras ser expulsado en el partido ante Osasuna en El Sadar.Fueron tres choques de castigo, aunque disputó uno contra el Espanyol por la cautelar que solicitó el Barça, en los que se perdió los duelos contra el Atlético de Madrid, el Girona y el Getafe.

Esa falta de continuidad le pasó factura a su olfato de cara a portería, a lo que se unió la lesión de uno de sus grandes socios: Ousmane Dembélé. El extremo estaba cuajando una gran campaña hasta que sufrió la primera dolencia con Xavi al cargo del combinado culé. Esto mermó las opciones de 'Lewi' a nivel anotador, ya que, además de las asistencias que el francés le dejó de repartir, el polaco se encontró con un contexto más desfavorable a la hora de ver puerta. Dembélé, dentro de ese anarquismo que le define, es un especialista en descolocar las defensas contrarias, lo que genera unos espacios muy jugosos para el '9' azulgrana.

Estos dos condicionantes han mermado las cifras del ariete, pero no su vinculación con el juego del conjunto catalán. La experiencia que atesora a sus 34 años le permite comprender qué necesita el equipo en cada situación de partido, a la que él se acomoda para hacer mejores a sus compañeros.

Otras funciones

Ahora es el polaco el que atrae marcajes para que otros, como Raphinha, se aprovechen de las desatenciones de las zagas rivales. Algo que habla a las claras de esto es su posición media en el último clásico de Liga contra el Madrid. Lewandowski, a pesar de partir como el jugador más adelantado en la pizarra, su rol sobre el campo le llevó a moverse por zonas más retrasadas. Si se presta atención a su posición media durante ese duelo, se puede observar que el futbolista que se ubicó más arriba era Raphinha y no él.

En el mismo partido, que colocó al combinado culé con una ventaja de 12 puntos en el liderato de la clasificación de la competición doméstica, fue el de Varsovia el que inició una secuencia de pases clave que generó el 2-1 que le dio la victoria al Barcelona. Con la clase que le caracteriza, el de Varsovia fue el autor de ese penúltimo envío que no suelen recoger las estadísticas, con un taconazo marca de la casa que habilitó a Alejandro Balde para que asistiera a Franck Kessié en el tiempo añadido.

Si se presta atención al mapa de calor (gráfico que muestra por colores por dónde se mueve un jugador en un terreno de juego) de toda la temporada del ariete azulgrana, se ve una vinculación absoluta con todos los escalones del centro del campo, pintando de amarillo y naranja casi todos los rincones del terreno de juego rival.

Lewandowski es la trampa perfecta de Xavi en el ataque de su equipo. El polaco atrae los marcajes contrarios, retrasa su posición y a su espalda se generan unos espacios en los que se pueden colar llegadores como Balde (desde la banda izquierda). Pedri, Kessié, Gavi, Dembélé (desde la banda derecha) o Raphinha.

Meta más o menos goles, la compresión del exfutbolista del Bayern de todas las fases del juego del Barcelona le hacen un imprescindible sobre el campo. Quizá, su etapa en Múnich con PepGuardiola tenga mucho que ver.