La nueva normativa de la Política Agraria Común (PAC) ideada en la Unión Europea para su aplicación a partir de este año 2023 hasta 2027 está trayendo algunos quebraderos de cabeza a los profesionales que, acostumbrados a los mandamientos del texto anterior, ahora, tienen que hacer cambios en su explotación para que esta sea rentable y poder acogerse así a la mayor cuantía subvencionable posible.  

«La nueva PAC está orientada a conseguir una sociedad más sostenible y esta reforma tiene un enfoque ambiental que está muy marcado. El objetivo de la Unión Europea es garantizar la seguridad alimentaria y el cuidado del Medio Ambiente fortalecimiento del tejido socioeconómico», asegura Ana Llorente, técnico de la Asociación Provincial de Agricultores y Ganaderos (APAG) de Guadalajara que es experta en esta nueva PAC.

Pocos días antes de que finalizara el año 2022 que acabamos de terminar, el BOE publicó el Plan Estratégico Nacional que desarrolla la nueva PAC para su entrada en vigor a 1 de enero de 2023. Queda pendiente, ahora, que las comunidades autónomas también legislen, pero las organizaciones agrarias ya tienen un texto concreto sobre el que trabajar y, sobre todo, con el que asesorar a los muchos agricultores y ganaderos de la provincia que están llenos de dudas. 

Los agricultores y ganaderos de la provincia están realizando cambios en la planificación de la siembra para poder cumplir con los nuevos criterios de la PAC. - Foto: Javier Pozo

«Es una reforma muy compleja para entender. Los técnicos nos hemos leído la legislación muchas veces, haces consultas al Ministerio y a la Junta, para comprender todos los requisitos y todas las normas que les obligan a cumplir. Hay muchos recovecos y muchas posibilidades y variantes a las que se pueden acoger los agricultores y ganaderos», valora Ana Llorente, que, por ello, reconoce que en APAG están recibiendo un aluvión de consultas desde el pasado mes de septiembre cuando tuvieron acceso al borrador de la nueva norma.

«Llevamos unos años en los que iba siendo necesario tener una ayuda y, ahora, con esto mucho más porque es más complejo», reconoce la técnico de APAG, que detalla que desde el servicio técnico de la asociación provincial ya se atiende a más de 130 explotaciones dentro de un programa de asesoramiento y que, por ejemplo, ya han recibido unas 200 solicitudes de profesionales del campo para que desde APAG lleven la monotorización de su explotación como pide la PAC.

Y aún se espera que este seguimiento sea mayor cuando entre en vigor la obligatoriedad de redactar un cuaderno digital de explotación agrícola, algo que llegará a partir del 1 de septiembre de 2023 para algunos y del 1 de julio de 2024 para todos los productores.

«El agricultor está abocado a necesitar un asesoramiento profesional. Son tantas cosas que es muy difícil llegar a tener un conocimiento completo del volumen de normativa y legislaciones que hay. A esto, se une que va a ser obligatorio elaborar un cuaderno de explotación, que ya es obligatorio desde hace unos años pero, según el tipo de explotación, va a tener que ser un cuaderno digital de explotación agrícola. Con el problema añadido que tiene este colectivo en el que hay mucha gente mayor o para el que el manejo de la informática todavía es complicado», reconoce Ana Llorente, que informa que la administración todavía tiene que crear una  App gratuita para cumplir con este requisito obligatorio que establece la nueva PAC. 
Son muchos los cambios introducidos por Europa y hablar de todos ellos es imposible pero por esbozar algunos de los más importantes sería bueno, quizá, comenzar por el más importante. Se retrasará el periodo de tramitación de las ayudas. Habitualmente, este trámite se realizaba del 1 de febrero al 30 de abril y, este año, se retrasa al 1 de marzo y acaba el 31 de mayo. Por ello, también el periodo de modificaciones, que estaba abierto hasta el 31 de mayo, ahora acabará el 15 de junio. 

La nueva PAC modifica también el concepto de agricultor activo: «es bastante diferente porque en ingresos agrarios se consideran las ventas, las subvenciones y las indemnizaciones por seguro agrario. Ahora, para cumplir con ese requisito tienes tres opciones», explica Ana Llorente.

Por último, lo más novedoso tiene que ver con la condicionalidad social que es de obligado cumplimiento y que se basa en el cumplimiento de diez normas de buenas prácticas agrarias y medioambientales. Entre ellas, están algunos que cambiarán los procesos de producción. Por ejemplo, en los cereales de invierno, no se puede labrar el suelo con volteo ni laboreo vertical desde que recolectas hasta el 1 de septiembre. En los barbechos, hay que dejar un porcentaje y no se pueden aplicar tratamiento fitosanitarios entre abril y julio. Por último, hay una exigencia de una rotación de cultivos en todas las parcelas, en un periodo de cuatro años, tienen que rotar mínimo una vez.

Como novedad más importante está la creación de los ecoregímenes, es voluntario, son nueve pero para cumplir con el requisito hay que atender siete prácticas.

Y por último, se ha incrementado la ayuda para jóvenes agricultores, dirigida a menores de 40 años, y que también tiene en cuenta a la mujer, con un incremento de un 13% de lo ya subvencionado.