Las miradas siempre se vuelven a Galicia

Agencias-SPC
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El posible salto de Núñez Feijóo a la política nacional sobrevuela sobre el liderazgo de Casado

El mandatario autonómico siempre ha asegurado que su única prioridad es su comunidad autónoma, descartándose para puestos nacionales. - Foto: Mariscal

«Del pasado no se reniega, se aprende», decía Alberto Núñez Feijóo hace escasos días, unas palabras que junto a las críticas al abandono de la sede nacional del PP -anunciado por Pablo Casado- han vuelto a disparar los rumores sobre el futuro político del presidente gallego lejos de la Xunta. El barón autonómico pronunció esa afirmación al ser cuestionado acerca del silencio decretado por el líder de su partido sobre los casos de corrupción y bien podría haber añadido, de haberlo tenido a mano, el famoso aforismo de William Faulkner: «El pasado no está muerto, ni siquiera es pasado».

La guerra fría entre ambos dirigentes populares se escenificó en el Comité Ejecutivo celebrado tras la debacle electoral en Cataluña, donde Casado volvió a incidir en que las nuevas informaciones sobre la presunta corrupción de la formación destapadas por el extesorero Luis Bárcenas había lastrado los resultados. Por ello, insistió  en la determinación de no hablar de casos del pasado, convencido de que el silencio beneficiaba al partido.

Pero Núñez Feijóo no solo se dedicó a hablar de Bárcenas lo que consideró oportuno, sino que  volvió a cuestionar el cambio de sede, apuntando, además, a la teoría de que se hace porque «se debe un porrón de dinero». Lo hizo en el cónclave de los populares, pero también en los medios de comunicación donde, incluso, fue más allá, metiendo el dedo en una llaga que duele especialmente a su jefe, al recordar que en Galicia Vox -el partido que envenena los sueños del PP desde 2018- no tiene representación, ni en el Parlamento ni en los ayuntamientos. Y enlazando con esto afirmó que lo más importante para un político es vencer en las elecciones, y si no se gana, pues uno es relevado por un compañero. «Son las reglas», dejó caer. 

Nunca había sido tan contundente ni tan poco ambiguo en público, donde suele sacar su vena más gallega para eludir los temas. Lo más que había llegado a decir es que al Gobierno de Rajoy le faltó relato durante la crisis económica.

Salió al paso de estas declaraciones, curiosamente, otro de los nombres que suenan últimamente para suceder a Casado en el futuro si la crisis de liderazgo acaba por derribarle. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. «Si tengo alguna cuestión se la suelo trasladar al presidente del PP directamente, porque no me gusta ponerle recados o consejos a través de los medios de comunicación», apuntó en una alusión que fue interpretada hacia su colega gallego.

Sin embargo el propio dirigente gallego se encargó de intentar apagar el fuego igual de rápido que había crecido. Ante la pregunta directa de si aspiraba a presidir el PP zanjó: «La repuesta es que no».

Ya hace un año, Núñez Feijóo hizo público ante Pablo Casado y Mariano Rajoy en Orense lo que otras veces había sugerido, que había rechazado ser ministro en los Gobiernos de su paisano y que había dicho que no a la propuesta del actual líder del PP para ser vicepresidente del partido. Fue en el mitin central de la precampaña, posteriormente suspendida, para las elecciones del 5 de abril que acabaron celebrándose el 12 de julio y en las que consiguió su cuarta mayoría absoluta tras mostrarse partidario de no estar más de dos mandatos en el cargo.

El futuro político del barón autonómico de momento sigue ligado a Galicia, donde asegura tener contrato por cuatro años, si bien sus propias declaraciones, con intención o sin ella, remiten a las consideraciones del escritor Josep Pla sobre los medios y las especulaciones en política cuando escribió: «El periodismo de Madrid, siempre lo mismo; el futuro, lo que podría ser, lo que será o no será (…) ya veremos».