Su presencia ha ido en detrimento con la aparición de otros analgésicos, pero la aspirina ha sido probablemente el medicamento más conocido del mundo y considerado por muchos como el fármaco por excelencia del siglo XX. Hoy cumple 125 años, un tiempo en el que ha sido el rey de los botiquines, aunque ahora tiene otra vida.
Cada año se publican cientos de estudios sobre sus propiedades y es objeto de unas 3.500 publicaciones científicas, según fuentes de la compañía que la patentó, Bayer, y se continúan descubriendo nuevas indicaciones potenciales de su principio activo, el ácido acetilsalicílico, sintetizado por el joven químico alemán Félix Hoffmann en 1897. Las míticas tabletas en caja verde y blanco con letras negras están presentes en muchas retinas de los que tienen, en su mayoría, más de 40 años, por sus beneficios como analgésico, antipirético y antiinflamatorio, pero sobre todo por el sabor a picapica de fresa ácida de su versión infantil.
«Lo ricas que estaban las aspirinas», dicen con nostalgia desde el grupo de Facebook Yo fui a EGB. «Mi madre las deshacía en un pelín de agua en una cucharilla ... Qué sabor tan bueno», comenta Gloria, una usuaria de esta red social.
Ese sabor tan especial que «enganchaba» hizo que más de uno fingiera una dolencia. «La de veces que me dolía la cabeza», dice con ironía Estefanía.
A algunos les hace rememorar momentos personales y familiares: «Siempre la asociaré a mis padres cuidándome cuando me ponía mala y venían a dármela antes de dormir. El sabor era maravilloso, pero nada mejor que el beso de buenas noches», dice Isabel.
«Ni Dalsy ni Apiretal, la que estaba rica era la Aspirina infantil», reclaman ya con humor desde el mismo grupo, porque con el tiempo ésta fue suplantada por otros, y sobre todo desde 2003, cuando se dejó de vender sin receta.
Sustitutos
El consumo de aspirina comenzó a disminuir a finales del siglo XX, después de que surgieran analgésicos y antiinflamatorios más seguros y eficaces puesto que el acetilsalicílico está contraindicado en varios casos. Fue suplantada por el paracetamol y el ibuprofeno, con menos efectos grastroerosivos, aunque volvió a tener más presencia como anticoagulante y antiagregante plaquetario. Además, su olvido también se debe a que ya no esta subvencionada por el Sistema Nacional de Salud.
Ahora, nuevas investigaciones apuntan a que el consumo regular de aspirina es bueno para reducir la incidencia de cáncer colorrectal.
Las posibilidades de este medicamento, pequeño en tamaño, sin embargo parecen grandes, y de hecho ya se vislumbraban con las cosas curiosas que lleva a sus espaldas. Fue el primer fármaco en llegar a la Luna el 12 de julio de 1969. También fue crucial para la expedición que conquistó el Everest en 1993 para el mal de altura. Y es que durante su larga vida es el remedio contra todo mal.