El turismo estival prevé un retorno a las cifras prepandemia

Inmaculada López Martínez
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Tras dos veranos con datos de ocupación histórica en los establecimientos hosteleros de la provincia, los profesionales del sector auguran una «buena temporada» pero no tan fuerte

Las casas rurales de alquiler íntegro y, en especial, con piscina vuelven a ser el tipo de alojamiento más demandado. - Foto: Javier Pozo / Archivo

El turismo rural en la provincia experimentó cifras de ocupación histórica en los últimos dos veranos. La tendencia a huir de las masificaciones para evitar los contagios por Covid supuso un auténtico revulsivo para los destinos de interior con grandes espacios naturales, alejados de las aglomeraciones y con una buena oferta hostelera como es el caso de Guadalajara. Tanto es así que durante los meses de julio y agosto de 2020, las pernoctaciones en alojamientos rurales (38.811) crecieron en la provincia por encima del 25 por ciento con respecto al mismo periodo de 2019, es decir, con anterioridad a la pandemia. En el caso del verano de 2021, el aumento también fue significativo pero algo inferior, un 22 por ciento.

Aunque las previsiones para la temporada estival que acaba de arrancar «son favorables», los hosteleros guadalajareños confirman que no esperan llegar a los extraordinarios niveles de ocupación registrados durante los dos veranos pasados. La mejora de la situación epidemiológica y el fin de las restricciones sanitarias auguran una mayor movilidad de los viajeros tanto dentro como fuera de las fronteras españolas así como el regreso masivo a los destinos de sol y playa. «Se esperan resultados positivos hasta septiembre, pero seguramente no serán tan buenos como los que hemos tenido estos dos veranos de la pandemia», confirma Juan Luis Pajares, presidente de la Asociación Provincial de Turismo y Hostelería. 

Estancias más cortas

Según explica Pajares, a día de hoy, «el nivel de las reservas es alto» en buena parte de la provincia, pero la duración de las estancias solicitadas por los huéspedes se ha reducido de manera considerable, limitándose al fin de semana o, como mucho, a tres o cuatro días. Así lo confirma Isabelle Bancheraud, propietaria de una casa rural de alquiler íntegro en Hiendelaencina. «En mi caso, ya tengo ocupados todos los fines de semana de julio, agosto y septiembre desde hace tiempo, la gente cada vez reserva con más antelación, pero entre semana todavía me queda sitio. No hay el mismo movimiento ni tantas llamadas como estos dos últimos veranos», detalla. En todo caso, Juan Luis Pajares considera que el poso de la pandemia se dejará notar este verano y que continuará habiendo bastante gente que apueste por el turismo de naturaleza y poco masificado. «Sobre todo agosto que era bastante flojo en la provincia, ahora se está consolidando como un buen mes», señala. 

Las casas rurales de alquiler íntegro y, en especial, con piscina vuelven a ser el tipo de alojamiento más demandado.Las casas rurales de alquiler íntegro y, en especial, con piscina vuelven a ser el tipo de alojamiento más demandado. - Foto: Javier Pozo / ArchivoOtro de los cambios que perciben los profesionales del sector turístico producidos a raíz de la crisis del coronavirus es el origen de los viajeros que recalan en la provincia alcarreña. Y es que, aunque mayoritariamente siguen procediendo de la Comunidad de Madrid, cada vez se reciben más turistas tanto de la propia Castilla-La Mancha como de otros puntos del país como Valencia y Castilla y León. 

El presidente de la Asociación de Empresarios de Turismo Rural de la Sierra Norte, Álvaro Bastero sostiene que «tenemos la sensación de que hemos vuelto al punto de antes de la pandemia». «Todavía no sabemos si será un verano excelente como el del año pasado o uno normal como habitualmente», declara. No obstante, Bastero cree que «seguro que ahora nos conoce más gente y que el turismo rural va a subir un poquito en general, aunque hay algo de incertidumbre». Por otro lado, confirma que uno de los factores más positivos que ha traído la vuelta a la normalidad ha sido «la recuperación del turista familiar», un perfil de viajero que siempre predominó durante la época estival en la comarca serrana y que se redujo de manera considerable durante los veranos de 2020 y 2021.

Destinos

La Sierra Norte y el Alto Tajo continúan siendo los destinos más demandados durante la temporada estival en Guadalajara así como otros puntos que cuentan con zonas de baño como es el caso de la comarca ribereña de Entrepeñas y Buendía. 

La concejala de Turismo de Sacedón, Alicia Guitart, corrobora que «tenemos una previsión bastante buena, pero se va a quedar a medias». «El verano pasado y el anterior fueron muy fuertes, la gente se movía cerca de la región, de la comarca, y este año es verdad que hay mucha consulta en la oficina de la turismo porque todavía hay gente que quiere hacer un tipo de turismo alejado de masificaciones, pero ya partiendo las vacaciones y optando también por salir al extranjero o a la playa», analiza. No obstante, la edil sacedonense reconoce que el nivel más bien bajo en el que se encuentra el embalse de Entrepeñas, como consecuencia de la falta de lluvias y los últimos trasvases, puede suponer un hándicap a la hora de recibir turistas.

En lo que respecta a la modalidad de los alojamientos, las casas rurales de alquiler íntegro y, en particular, las que están equipadas con piscina vuelven a ser lo más demandado. «En verano, el agua atrae mucho a la gente y es lo que marca la diferencia. Por eso se buscan casas con piscina o, en su defecto, con zonas de baño cercanas como ríos o pantanos», señala Pajares.

Primavera

Las dudas sobre lo que puede deparar este verano contrastan con la satisfacción y los buenos datos que han dejado la recién concluida primavera, la temporada históricamente más alta de la provincia junto con el otoño, pero «muy tocada» en los dos años más duros de la pandemia por las restricciones. «Esta primavera se ha dado bastante bien. La ocupación ha estado en los niveles prepandémicos y lo que se ha dado extraordinariamente bien es todo el tema de eventos, bodas, bautizos, comuniones, la gente lo ha cogido con muchas ganas, ha sido una campaña muy potente en ese aspecto», apunta el presidente de la Federación Provincial de Turismo y Hostelería. «Las terrazas también se han llenado, se nota que la gente tiene muchas ganas de salir, que quería normalidad», concluye.