Las cuatro salidas de Trump

M.R.Y. (SPC)
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El asalto al Capitolio jaleado por el presidente podría adelantar su marcha de la Casa Blanca a falta de unos días para acabar su mandato

El republicano ha colmado el vaso de muchos competidores. - Foto: SHAWN THEW

Quedan solo 10 días para que acabe el mandato de Donald Trump. Un tiempo que para algunos es demasiado, puesto que son muchos los que consideran que el presidente de EEUU ha colmado el vaso de la paciencia tras alentar a sus seguidores a tomar el Capitolio esta misma semana.

Rodeado de polémica desde antes de su llegada a la Casa Blanca, el republicano ha revolucionado en cuatro años al país, se ha enfrentado a buena parte de la comunidad internacional, ha superado un juicio político y se ha mantenido firme durante más de dos meses rechazando el resultado de las elecciones que le sacaron del poder.

Su mal perder podría precipitar su salida en un movimiento inédito por el que la última semana de legislatura tendría al vicepresidente Mike Pence al frente de la nación. 

Consciente de que una vez que abandone el Despacho Oval llegará una cadena de investigaciones sobre su gestión que le podrían llevar a sentarse en el banquillo a él y a sus asesores, Trump estaría estudiando la posibilidad de indultar a la mayoría de sus colaboradores, pero también a sí mismo de forma preventiva, un hecho que sería histórico en Estados Unidos -solo Richard Nixon fue exonerado tras dejar el poder, pero obtuvo el indulto del que fuera su vicepresidente, Gerald Ford-. Sin embargo, con Donald Trump cualquier cosa es posible.

 

1. Inhabilitación constitucional

Los líderes demócratas en el Senado y en la Cámara de Representantes han pedido al vicepresidente, Mike Pence, invocar la enmienda 25 de la Constitución para sacar a Donald Trump de la Casa Blanca. 

Se trata de un artículo creado tras el asesinato de John F. Kennedy y en medio de la Guerra Fría para proteger al Gobierno en supuestos como enfermedad repentina del presidente, que sería cesado por su número dos -que asumiría el cargo- siempre y cuando consiguiese también el apoyo del Gabinete.

En este caso, se reclama la inhabilitación al considerar que Trump está incapacitado para seguir ejerciendo en su puesto, ya que «no está mentalmente estable», alegan desde la oposición.

Eso sí, Pence no parece dispuesto a dar este controvertido paso.

 

2. Juicio político

Conocido también como impeachment, el juicio político tiene lugar en el Congreso con el objetivo de llevar a cabo una posible destitución del presidente «si es acusado y condenado por traición, soborno u otros crímenes o delitos graves».

Hace casi un año, Trump superó este trámite -iniciado por la trama conocida como Ucraniagate- y ahora se podría enfrentar a otro, planteado por los demócratas si el mandatario «no dimite de forma inmediata», es decir, antes de mañana, por los «actos peligrosos y sediciosos» vividos en el asalto al Capitolio.

Generalmente, es un proceso largo, pero en este caso se trataría de desarrollar de manera exprés para que la destitución fuera efectiva antes del 20 de enero. Eso sí, para ello, se necesitaría el respaldo de al menos una decena de legisladores republicanos, una opción que no parece hoy por hoy descabellada ante un partido tremendamente fracturado.

 

3. Dimisión

Es, seguramente, la opción más descabellada, más teniendo en cuenta que Donald Trump ha tardado más de dos meses en reconocer su derrota en las elecciones del pasado 3 de noviembre. Sin embargo, si por algo se caracteriza el todavía presidente de Estados Unidos es por ser impredecible. 

Una posible renuncia podría, sin embargo, darle más alas entre sus seguidores, que mantienen la idea de que los comicios han sido un fraude para «arrebatar» al republicano el poder y pondría al magnate en una situación de mártir de la democracia a ojos de sus simpatizantes.

Además, a pesar de que la oposición y parte de su partido exigen esta salida anticipada, se teme que podría derivar en importantes protestas que podrían poner en jaque a un país aún conmocionado por lo sucedido el pasado miércoles.

 

4. Continuar hasta el 20 de enero

En caso de que el Gobierno no invoque la enmienda 25 de la Constitución, al Congreso no le dé tiempo a presentar un juicio político que se desarrolle a tiempo ni Donald Trump presente su dimisión, todo seguiría según lo previsto y el presidente continuará en el poder el tiempo previsto. Es decir, abandonaría el cargo, según estipula la ley, el próximo 20 de enero, cuando Joe Biden tome posesión -en una ceremonia en la que el republicano será el gran ausente-.

Se trataría de la opción más práctica, ya que evitaría emprender procesos maratonianos a falta de poco más de una semana para que la legislatura expire. Sin embargo, son muchas las voces que la rechazan, puesto que supondría que Trump saldría prácticamente indemne después, ya no solo de lo ocurrido el miércoles, sino durante todo su mandato.