Benzema vs. Salah, la batalla de las estrellas

Diego Izco (SPC)
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Los dos genios, ante una cita que puede marcar la carrera hacia el Balón de Oro. El francés parte con ventaja sobre el egipcio

Benzema vs. Salah, la batalla de las estrellas

Si Benzema dijo en 2015 aquello de «Argelia es mi país» y Salah es un 'semidiós' en Egipto (donde será una 'asignatura' más en los colegios y se estudiará como modelo a seguir), el combate de las dos grandes estrellas de la final se librará en la costa norteafricana. Aunque no hay opción de «duelo entre hermanos» o de «guerras a tiro de piedra»: entre Tigzirt (la localidad natal de los Benzema) y Nagrig (donde nació Salah) solo se cruza un país (Libia)… pero hay más o menos la misma distancia que de Madrid a Bucarest, unos 3.300 kilómetros.

Mañana chocarán dos de las estrellas planetarias más reconocibles, dos 'magos' de la ofensiva  separados por unos cuantos metros de distancia sobre el césped. Cada uno con su estilo y peculiaridades, pocos futbolistas conocen el oficio del atacante tan bien como ellos: han llegado en plenitud a los 30 (Salah) y los 34 (Benzema) y quieren demostrarlo en Saint-Denis. 

El merengue, que ha logrado cuatro Champions, parte con ventaja sobre el genio 'red' (un solo título, el de Madrid en 2019). No solo es una institución en la Liga de Campeones, competición en la que es el tercer máximo goleador histórico tras Cristiano y Messi, sino que este año está 'bendecido' y cabalga hacia el trofeo de forma aparentemente imparable: se exhibió en octavos ante el PSG, ante el Chelsea en cuartos, ante el City en semifinales… y es el máximo goleador de la actual edición con 15 dianas en apenas 23 disparos a puerta. Salah (ocho en 18) es el cuarto anotador de la actual Champions y el 18º artillero histórico del torneo: 40 conversiones, una menos que Neymar, una más que Fernando Morientes. 

Años enfrentados

Benzema ha firmado una Liga de autor, en la que ha logrado su primer Pichichi con 27 dianas (su mejor marca anotadora desde que está en España). Limadas asperezas del pasado, su entendimiento con Vinícius es pleno y en lugar de rechazar la aportación anárquica del '20', la ha adoptado. Karim ha hecho mejor a 'Vini' y viceversa: el caos que genera el brasileño se convierte en una oportunidad de aprovechar el espacio que Benzema explota como nadie en el mundo. A sus 34 años (camino de los 35) está firmando la temporada más prolífica de su carrera: 44 goles en 45 encuentros (y 15 asistencias), un promedio brutal teniendo en cuenta que su 'tope' había sido el 0,78 por encuentro de la 15/16: 28 goles en 36 duelos. 

Enfrente, casi al otro lado del espejo, Salah quiere quitarse la espina de un 2022 agridulce. En enero fue subcampeón en la Copa de África en una tanda de penaltis de la que salió victoriosa la Senegal de su compañero Mané; y en mayo ha sido subcampeón de la Premier League por un solo punto de diferencia con el City. Como si la gloria le tendiese la mano y la retirase en el último instante. Por eso, el genial zurdo de Nagrig, mira con especial ambición la final de mañana, porque es su opción de limpiarse las heridas del curso futbolístico… y, de paso, las acumuladas en la final de Kiev'18 ante el Real Madrid: no solo fue aquella derrota por 3-1, sino por aquel fatídico minuto 31 en el que una mala caída junto a Sergio Ramos le envió a la enfermería.