María Antonia Velasco

María Antonia Velasco


'Rodando en Guadalajara'

11/10/2021

En nuestra ciudad se ha presentado con este nombre un gran libro sobre el cine en Guadalajara, de Javier Solano y Fernando Benito, que a través de los lugares en donde se han rodado las escenas de las películas hace un recorrido de la vida cinematográfica en la provincia, que cuenta ya con  124 años de historia a partir de las primeras sesiones del cine mudo.
Aparte de los primeros documentales, el primer rodaje dramático fue El Médico a Palos. Esta producción se rodó en Sigüenza en 1926, inspirada en el texto de Moliêre a través de Fernandez de Moratin y dirigida por Sabino Antonio Micón.
La segunda película rodada en 1928 también en Sigüenza fue Agustina de Aragón, por iniciativa de un grupo de aragoneses que quisieron llevar a la pantalla la gesta de la defensora de Zaragoza. La producción constituyó un acierto, con el descubrimiento de Florián Rey como director y la aparición de Imperio Argentina como primera actriz.
En el número 1 de La gaceta Literaria dirigida por Gimenez Caballero, aparecía un artículo de José Ortega y Gasset, que ponía a la vista del lector que el cine venía para quedarse y era una de las artes amada con pasión por los integrantes de la generación del 27. Tanto que inauguraron un club —donde  ahora está el Cine Callao de Madrid— bajo la dirección de  Giménez Caballero y la subdirección de Buñuel. El Cineclub Español hizo sus documentales centrados en Pastrana.
En aquella ocasión para que el público que desconocía el cine se iniciara en él, se hizo un corto con «discursos de balcón ante las masas callejeras» (sic) que tuvo mucho éxito entre los futuros cinéfilos.
Llega la guerra civil y concretamente para nosotros la batalla de Guadalajara y aunque en marzo de1937 Guadalajara sufrió bombardeos, eso no echó por tierra sino que estimuló el trabajo de dos grandes de la fotografía. La agencia Magnum, con Robert Capa y Gerda Taro, grabaron combates centrados en Torija y reflejaron la derrota de las tropas enviadas por Mussolini.
Pero la cinta más relevante sobre la contienda fue Tierra española que realizó un plantel de escritores norteamericanos identificados con la República. Fueron John dos Passos, y Dorothy Parker encabezados por Ernest Hemingway, con textos de políticos como Dolores Ibárruri, extraídos de sus diversas intervenciones en mítines. 
Transcurrida la guerra; se abrió en España otro escaparate para el cine que fue el que descubrió Hollywood y Guadalajara fue la tierra en donde se localizaron escenas de superproducciones como Espartaco, que obtuvo cuatro Oscar. 
Pero la película más entrañablemente nuestra pudo ser La tía Tula, dirigida por Miguel Picazo y de la que en Rodando en Guadalajara se hace un retrato muy interesante y detallado. En el mismo libro siguen las referencias a películas no sólo rodadas en Guadalajara sino de contenido sobre nuestra tierra como El río que nos lleva sobre el oficio ancestral de los gancheros del Tajo, y Flores de otro mundo sobre la despoblación rural. Aunque se omiten los importantes documentales y recreaciones de Viaje a la Alcarria.
Y así el cine ha llegado a nuestros días y ha incorporado las nuevas tecnologías en donde ha sabido desarrollarse con el pronóstico de una larga vida.