"Las indemnizaciones en la región alcanzan los 78 millones"

SPC
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Las heladas de abril, la sequía y el calor han sido los protagonistas a lo largo de lo que llevamos de 2022 y eso ha hecho que el seguro agrario haya cobrado una especial importancia para el sector

"Las indemnizaciones en la región alcanzan los 78 millones"

José Ignacio García Barasoain es director territorial de Agroseguro en Castilla. Después de que el clima haya convertido esta campaña agrícola en una de las más difíciles que se recuerdan, hace balance. Destaca que en Castilla y León el cereal de invierno ha sido producción más afectada por la sequía y que el 70% de la superficie de girasol cubierta ha sufrido daños, pero también que las condiciones del seguro agrario han mejorado para los productores castellanoleoneses.

Apenas quedan dos meses para que finalice 2022. ¿Podemos ya asegurar que ha sido un año difícil?

Totalmente. Castilla y León, a pesar de haber esquivado los efectos adversos del evento meteorológico más dañino que este año ha azotado al campo español, que fue la helada de los primeros días de abril, cuenta actualmente con una estimación de indemnizaciones de casi 78 millones de euros (en concreto 77,9), de los cuales el 90% está ya abonado a los productores asegurados. Esta cantidad supone casi un 16% más que el total de las indemnizaciones con las que se cerró 2021. Es previsible que pueda aumentar algo más, ya que estas cifras no recogen aún las valoraciones de las últimas tasaciones de girasol realizadas y porque todavía, hasta que finalice el ejercicio, los seguros pecuarios seguirán generando indemnizaciones.

¿Qué riesgo ha afectado más este año a los cultivos de la región?

Sin lugar a dudas, después de varios años con escasa incidencia de este riesgo, hemos vuelto a sufrir las consecuencias de las escasas precipitaciones, a lo que este año hay que añadir también las muy elevadas temperaturas de la primavera y el verano y los contantes golpes de calor. Al final, la sequía ha sido el fenómeno que más daños ha causado a nuestros cultivos, con una estimación de indemnizaciones de 49,5 millones de euros, de los cuales 48,7 corresponden a siniestros en cultivos herbáceos. Por fortuna, una sequía más parecida a la de 2019 que a la de 2017, que para nosotros fue francamente devastadora, con indemnizaciones en cereal que por este riesgo alcanzaron prácticamente los 140 millones. A continuación, las tormentas de pedrisco han generado más de ocho millones de euros en indemnizaciones, repartidos fundamentalmente entre los cultivos herbáceos y la uva de vino.

Tras la experiencia de este año, ¿teméis que volvamos a sufrir una sequía tan severa?

No lo calificaría como temor, ya que tampoco es algo que podamos prever. Lo que sí es cierto es que nuestra experiencia nos dice que la sequía es un riesgo cíclico que suele encadenar años severos con otros años algo más benévolos. También hemos visto que cada vez pasa menos tiempo entre una sequía y otra. En España hubo una muy importante en 2005 y después otra severa en 2012; sin embargo, hasta la siguiente pasaron cinco años (2017). A continuación, en 2019 también se registraron daños por sequía y ahora, en 2022, hemos vuelto a sufrir las consecuencias de una ausencia continuada de precipitaciones. Ya veremos en los próximos años qué ocurre. Lo que por nuestra parte podemos hacer es seguir reforzando el sistema para que sea una herramienta con la que ganaderos y agricultores garanticen su sostenibilidad y viabilidad.

¿Cuáles son los cultivos que se han visto más afectados este año?

En años como el actual, los cultivos herbáceos, y sobre todo el cereal de invierno, suelen ser los más afectados. En esta ocasión, las indemnizaciones alcanzan casi los 55 millones de euros, de los cuales 48,7 vienen provocados por la sequía. Especialmente llamativo es el caso del girasol, del que, aunque aún no tenemos una valoración de daños definitiva, sí sabemos que la superficie siniestrada es de 167.000 hectáreas en Castilla y León, casi el 70% de la superficie asegurada. Los daños por sequía son muy intensos en este cultivo debido a que buena parte de su desarrollo es estival y este año se ha visto muy afectado por la ausencia de precipitaciones. Después están los seguros pecuarios y de retirada y destrucción de animales, que superan los 16 millones de euros. Por su parte, la uva de vino es la tercera línea con mayores indemnizaciones y roza los cuatro millones de euros.

La situación a nivel nacional también es complicada ¿Cómo se ha comportado el año 2022?

La verdad es que no es un año bueno. Comenzó relativamente tranquilo, aunque con miedo por la posibilidad de una sequía severa. A continuación, las lluvias de febrero y marzo aliviaron ligeramente la situación. El mes de abril nos trajo una helada que fue devastadora, fundamentalmente para la fruta del valle del Ebro y para cultivos del centro peninsular como el almendro; en total este evento ha generado unas indemnización de alrededor de 240 millones de euros, lo que lo convierte en el peor siniestro puntual de la historia del seguro agrario. A continuación hemos sufrido la ausencia casi total de precipitaciones durante la primavera y el verano, elevadas temperaturas y sucesivos golpes de calor, lo que además de afectar a los cultivos herbáceos, también ha dañado otros como la uva de vino (cultivo sobre el cual nunca hasta este año habíamos recibido siniestros por sequía en Castilla y León), olivar o cultivos forrajeros, entre otros. En total, la estimación para 2022 ya supera los 695 millones de euros.

¿Consideráis que el cambio climático está detrás de la intensidad y frecuencia de este tipo de episodios meteorológicos tan adversos?

Sí. Hoy en día no es extraño para nadie hablar de cambio climático. Cada año, todos comprobamos cómo se suceden fenómenos meteorológicos adversos, casi siempre el siguiente peor que el anterior, y habitualmente en momentos muy sensibles para el desarrollo de los cultivos. Es evidente que nos está afectando y tenemos que reaccionar, ya que somos muy vulnerables ante el aumento progresivo de la temperatura y nos hace más propensos a sufrir inundaciones cuando llegan las lluvias o a que se produzcan tormentas más intensas, más violentas y con peores consecuencias. Solo tenemos que hacer memoria y repasar los últimos años: graves pedriscos, gotas frías en épocas del año nada habituales, nevadas y heladas históricas o récord de temperaturas máximas y mínimas, sin olvidar los períodos prolongados de sequía que hemos sufrido en los últimos años.

Ahora es un momento clave para proteger la próxima cosecha de algunos cultivos. ¿Cuáles son?

El otoño es momento para asegurar algunos de los cultivos más relevantes de la región. Los más importantes son los herbáceos extensivos, que se puede contratar desde el 1 de septiembre. Para esta línea, Agroseguro promueve de nuevo una bonificación del 5% para los agricultores que hayan contratado el seguro (módulos 1 ó 2 en secano) en la anterior cosecha y ahora lo renueven en las condiciones marcadas. En el caso concreto de Castilla y León, para obtener esta bonificación los productores de cereal de invierno, leguminosas y oleaginosas (cártamo, girasol y lino semilla) tienen hasta el 15 de noviembre para formalizar la póliza. El mismo día iniciaron su periodo de contratación los frutos secos y el olivar. Y el seguro de uva de vino se puede formalizar desde el 1 de octubre.

Además, este año, los seguros incorporan algunas novedades...

Sí. El sistema de seguros agrarios, consciente de los daños sufridos durante 2022 y de la situación económica tan complicada que está provocando la invasión rusa de Ucrania, responde ofreciendo más apoyo al sector. En el caso del seguro de cultivos herbáceos, se recoge la evolución actual de los precios y las previsiones de los mercados para 2023. El Ministerio de Agricultura ha aprobado, mediante una resolución de la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (ENESA), un aumento de los precios de los cultivos herbáceos a efectos del cálculo del capital asegurado y también del valor de una posible indemnización por siniestro. Además, también se refuerza el respaldo de las Administraciones públicas al sistema de seguros agrarios a través de las subvenciones a las primas de los seguros. En 2022, ENESA ha aprobado el incremento en 10 puntos porcentuales de la subvención base de la prima del seguro agrario, disponible para todas las pólizas de aquellas líneas de seguro que inician su suscripción entre el 1 de septiembre de 2022 y el 31 de agosto de 2023.