La tregua de temperaturas que nos está ofreciendo este otoño, mal llamado por muchos veroño por las altas temperaturas registradas, no quita la preocupación que sienten propietarios de viviendas y empresarios de cara a afrontar las facturas de gas y luz que están por venir cuando llegue el tiempo que corresponde a esta estación o, inevitablemente, el invierno. 

En la parte que a todos nos afecta, cómo se repercutirán los incrementos de costes energéticos en las próximas facturas, los propietarios de viviendas individuales, como chalets o pequeños adosados,  están tan preocupados como los que viven en comunidad.

De hecho, este es el tema estrella dentro del orden del día de muchas comunidades de vecinos que están celebrando en estas semanas sus reuniones ordinarias.

Los vecinos de comunidades con calefacción central están muy preocupados. - Foto: Javier Pozo

«Hay mucha preocupación porque los costes del gas, sobre todo en las comunidades que hay calefacción central, porque se han cuadriplicado respecto de la temporada pasada. Eso repercute, lógicamente, en los gastos. Hay que hacer una previsión de fondos y se han propuesto unas medidas de ahorro como reducir el tiempo de encendido de la calefacción, bajar la temperatura del agua caliente y la aplicación de los repartidores de costes que se van a poner en las pocas comunidades que no las tienen, se está aligerando el tema, pero tampoco hay empresas que los pongan, están desbordados», comenta Óscar que es administrador de la propiedad para Ecofincas.

Estas medidas de ahorro se están adoptando en todas las comunidades vecinales consultadas por este periódico. «Si otros años la calefacción se conectaba a primeros de octubre, por el puente de El Pilar, en cambio, este año no hemos conectado ninguna calefacción porque son los propios propietarios los que nos están diciendo de retrasar el conectar la calefacción, mínimo hasta noviembre, para ahorrar un poco de consumo. Otros años, llamaban los propietarios en cuanto hacía un poco de frío y, este año, no ha llamado nadie. Si llaman es para que no pongas la calefacción. Hay bastante temor», reconoce David Olgado de Administración de Fincas la Alcarria, quien relata también que «estamos estudiando las medidas de pasar al mercado fijo porque eso sí que nos puede ahorrar hasta un 40% para las comunidades que se puedan adherir. Así, esperamos aminorar un poco la subida».

En muchas de las reuniones que se celebran en estos días, los vecinos están pidiendo a sus administradores que se informen de las subvenciones que se puedan tramitar a través de Fondos europeos para acometer obras de mejoras de eficiencia energética. Se trata de importantes ayudas, de entre un 40 y un 80% de financiación, que permiten, por ejemplo, mejorar el recubrimiento de la fachada para evitar pérdidas de energía o la instalación de placas solares o de sistemas de aerotermia para el autoconsumo de las zonas comunitarias. Con estas subvenciones, se acortan mucho el periodo de amortización de la obra porque los vecinos pagan menor cuantía. 

Los instaladores de repartidores de costes están desbordados. - Foto: Luis López Araico

«No hay desconocimiento, se ha informado. Estos estudios están ligados a que se consiga la subvención porque los propietarios no lo pueden asumir», mantiene Natividad de Legiscom Fincas.

Por cuatro

Los empresarios también están viviendo con preocupación este 2022, sobre todo las pymes que son el 95% del tejido empresarial provincial, porque ya vieron como, durante el primer trimestre del año, sus costes de consumos energéticos se habían multiplicado por tres y por cuatro. 

«En el primer trimestre de este año 2022, los costes totales de suministros y energía han subido un 23%. A partir de aquí, nos espera una situación muy complicada. Hay empresas como restaurantes o comercios que su factura de la luz se ha multiplicado por cuatro. No hay margen que lo soporte, implica tirar de recursos propios porque intentar trasladar estos costes al cliente es imposible», argumenta Javier Arriola, secretario de Ceoe-Cepyme Guadalajara, quien además muestra su incertidumbre porque «nos adentramos en una etapa mucho más complicada por la inflación y porque se va a necesitar mucha más energía para combatir el mal tiempo».

Desde la patronal, aseguran que hay empresas que ya están poniendo en marcha planes de contingencia adecuándose a su actividad. Desde las más grandes que han reducido turnos y realizan paradas selectivas siempre que su producción se lo permite, a las más pequeñas que han reducido su iluminación por número de luminarias y restando potencia de las mismas.

Desde Ceoe-Cepyme, a sus socios, se les ofrece la posibilidad de asesoramiento con una comercializadora para revisar sus contratos de suministros. «No tanto por el precio, pero sí a la hora de ajustar potencias para minimizar los consumos, instalar sistemas LED para optimizar las horas de encendido. Muchas veces, dejamos de lado estas cuestiones y hay que tenerlas en cuenta pero, francamente, por mucho que queramos revisar los contratos y optimicemos al máximo, con estos precios de los suministros, se hace muy difícil paliar. No es la solución al problema. Toca un último trimestre y un primero del año que viene muy complicado», vaticina Javier Arriola, quien reconoce que «cada minuto» recibe una llamada de un empresario preocupado por cómo va a afrontar el pago del incremento de los costes energéticos cuando se espera una caída en el consumo.