Este jueves el Congreso de los Diputados ha dado luz verde a la Ley de Bienestar Animal, finalmente aceptando que quedan fuera de la normativa los perros de caza y otros animales de trabajo.

Es la posición que se ha defendido desde Castilla-La Mancha desde un primer momento, una posición «de sentido común», argumentaba el consejero de Desarrollo Sostenible, José Luis Escudero. 

Una defensa que se ha hecho para «no enjuiciar a todo el sector cinegético» y«tacharle de llevar a cabo prácticas que en Castilla-La Mancha sabemos que no son acordes a los comentarios que se vienen escuchando». Y es que desde ahí, venía parte d el conflicto, pues desde Unidas Podemos consideraban que todos los animales debían gozar de la misma protección. 

«Yo creo que para legislar hay que conocer el territorio, hay que trabajar en el día a día con el conjunto de la sociedad y eso es lo que nos ha llevado al Gobierno regional a defender al sector cinegético», aseguraba el consejero que insistía en defender «siempre una gestión cinegética sostenible», puesto que es un sector que «dinamiza sobre todo zonas rurales, tienen un papel relevante en materia de gestión natural», explicaba. 

«Somos una comunidad autónoma que se toma muy en serio la protección animales», afirma Escudero, por eso es una región que defiende al sector puesto que lo contrario es «prejuzgar que se hace un trato generalizado negativo sobre estos animales». 

«El sector sabe que puede confiar en este gobierno y lo hacemos sin sectarismo y sin prejuicios de ningún tipo», asegura el titular de Desarrollo Sostenible, quien cree que el debate en el Congreso pone de manifiesto que «reconocen que la posición de Castilla-La Mancha no es en absoluto radical, sino que es sensata», lamentando que a veces se legisla «desde el asfalto y desde los despachos». Cree que la región, es un modelo en el que se pueden fijar.