La vendimia salva los muebles en mal año

M.H. (SPC)
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Al contrario que en otros cultivos, el clima extremo de este verano no ha ocasionado grandes males en las tres denominaciones más importantes de España, que han recolectado uva sana y de gran calidad

La vendimia salva los muebles en mal año - Foto: Ingrid Fernández

Al final no ha sido para tanto. Las previsiones auguraban una vendimia muy corta y muy temprana, pero la realidad ha puesto las cosas en su sitio. España es un país mediterráneo y su clima es propenso a sequías y temperaturas extremas, que es lo que hemos experimentado este año. Mucha agua a finales del año pasado, un invierno seco, lluvias abundantes en la primera mitad de la primavera (con alguna helada tardía) y temperaturas altas de ahí en adelante, acompañadas de escasez (o ausencia) de precipitaciones. Estas circunstancias pueden suponer (y de hecho han supuesto) un problema para muchos cultivos, pero nuestros viñedos llevan muchos siglos adaptados a las vicisitudes meteorológicas ibéricas y han demostrado que están capacitados para hacer frente a lo que venga (o no venga) del cielo.

Al menos eso es lo que se puede deducir de la vendimia en las tres denominaciones de origen más potentes de nuestro país -La Mancha, Ribera del Duero y Rioja-, que, a falta de los últimísimos majuelos por recolectar en algunas zonas concretas, puede decirse que han puesto punto final a la cosecha de uva de este año con unos resultados más que aceptables, incluso buenos. Aunque se ha reducido respecto a un año normal, no se puede hablar, ni mucho menos, de catástrofe, como se vaticinaba en algunos foros; además, a cambio de esa pequeña reducción en el rendimiento, la calidad de la uva de este año es magnífica.

Pablo Franco es el director técnico de la Denominación de Origen Calificada Rioja. Explica a Cultum que este lunes día 10 el Consejo Regulador ha dado por cerrada la vendimia (aunque aún falten por cosechar algunas parcelas que deberán notificarlo para poder llevar un control durante los próximos días), que se ha llevado a cabo en una condiciones climáticas extraordinarias gracias, sobre todo, a la ausencia de lluvias que permite que los viticultores puedan planificarse mejor. En el mismo aspecto incide Alberto Tobes, director de Experimentación y Ensayo del Consejo Regulador de Ribera del Duero: «El tiempo seco nos ha favorecido mucho. Los agricultores han podido vendimiar cada parcela en su momento justo y ha habido una entrada de uva en las bodegas muy constante, al contrario que otros años, en los que la lluvia obliga a recolectar mucho en pocos días; esta vez ha sido mucho más homogéneo en el tiempo».

La vendimia salva los muebles en mal añoLa vendimia salva los muebles en mal año - Foto: Ingrid FernándezDesde el Consejo Regulador de La Mancha aclaran que el adelanto que se esperaba no ha sido tanto. Lógicamente, las variedades blancas maduran y se vendimian antes, pero respecto a otros años el anticipo en el inicio de las labores se puede cifrar en cuatro o cinco días como mucho; de hecho, aún quedan los últimos coletazos para concluir. Algo similar ha ocurrido en Ribera del Duero, desde donde Alberto Tobes ya lo preveía hace más de un mes. «Sí ha habido algunos viñedos ligeramente adelantados, sobre todo los más viejos en suelos frescos y húmedos, pero en general se han manejado fechas similares a otros años e incluso algunos jóvenes en suelos arenosos se han llegado a retrasar. Aún quedan 55 bodegas abiertas (a principios de semana) de las 300 de la denominación, así que mucho adelanto no ha habido». En el caso de Rioja, Pablo Franco detalla que sí ha habido cierto adelanto en la parte oriental (se comenzó el 10 de agosto), aunque las fechas han sido dispares y ha habido mucha diferencia entre Rioja Alavesa, Rioja Alta y Rioja Oriental.

Respecto a la cantidad de uva, Franco sostiene que ha sido una cosecha moderada, aunque no habla de porcentajes; sí apostilla que ha sido próxima -aunque algo menor- a la de la campaña anterior. Y remarca que ha habido un gran equilibrio entre la producción y la parte vegetal, es decir, hojas y frutos se han desarrollado de manera similar, al contrario que el pasado año, cuando el desarrollo vegetativo de la planta fue mucho mayor.

Desde La Mancha y Ribera del Duero sí se mojan con las cifras. La reducción que se estima es de alrededor de un 10% respecto al año anterior, aunque esa es una cifra general que puede no valer para todos los viticultores. Tobes cuenta que en un mismo término municipal ha habido viñedos en los que se ha recogido hasta un 30% menos, mientras que en otros se ha superado la cantidad de la campaña pasada. Y eso por no hablar de las diferencias entre unas localidades y otras: «La denominación tiene más de cien kilómetros de largo y cuarenta de ancho, las condiciones no son siempre las mismas y los rendimientos varían. En cualquier caso, la merma no ha sido tanta como algunos esperaban, sobre un 10% respecto al año pasado. Aunque no hay que olvidar que en 2021 se vendimiaron 110 millones de kilos y en 2020, que fue una cosecha media, unos 120 millones, por lo que esta ha sido regular».

La vendimia salva los muebles en mal añoLa vendimia salva los muebles en mal año - Foto: Alberto RodrigoEn La Mancha la situación ha sido similar. Su Consejo Regulador apunta que se preveía una disminución mayor a ese 10% que se estima ha sido la media. En cualquier caso también inciden en que de unas zonas a otras pueden encontrarse marcadas desigualdades en el rendimiento. Y más si se tienen en cuenta fenómenos meteorológicos como el pedrisco.

Por último, el tercer aspecto que se tiene en cuenta al valorar una vendimia es el estado de la uva, y ahí sí hay una unanimidad absoluta entre las tres denominaciones: un año extraordinario. La sequedad del verano ha evitado la proliferación del temido mildiú y la botritis tampoco ha hecho acto de presencia, con lo que los racimos están completamente sanos. La araña roja, que en realidad no es una araña sino un pequeño ácaro, puede llegar a afectar a la vid en condiciones de sequedad y calor, pero su incidencia ha sido puntual y sin importancia, según aclaran desde La Mancha.

Y los racimos, además de estar sanos, tienen una calidad excelente. Pablo Franco habla de la tensión que hubo durante el verano por la falta de lluvias, pero añade que, a Rioja, el mes de agosto le trajo el agua que no quiso darle a otras zonas, lo cual benefició el desarrollo y la maduración alcohólica y fenólica de la uva, que Franco califica de «muy muy buena». En Ribera del Duero y La Mancha no disfrutaron de esa agua, salvo en áreas determinadas debido a tormentas muy localizadas, pero incluso así los viñedos han aguantado bien el verano. Las precipitaciones de finales del año pasado mojaron bien la tierra y, a pesar de un invierno más seco de lo normal, las copiosas lluvias de marzo y abril recargaron el suelo de humedad y esto ha sido suficiente para unas plantas que tiene raíces profundas y son capaces de hacer frente a sequías como la de este verano.

La vendimia salva los muebles en mal añoLa vendimia salva los muebles en mal año - Foto: Rueda VillaverdeOtra ventaja de este estío tan seco, relacionada con la ausencia de enfermedades, es la escasa necesidad de uso de fitosanitarios. Si no hay hongo no hace falta ningún tipo de fungicida, con lo que el viticultor se ahorra el coste de estos productos y además evita verter sustancias exógenas en la parcela.

 

Rioja blinda la exclusividad de sus viñedos.

En la sesión plenaria celebrada el pasado 9 de septiembre en el Consejo Regulador de la DOCa Rioja se aprobó por unanimidad la modificación de dos aspectos en su Pliego de Condiciones y Estatutos para garantizar la exclusividad de producción de los viñedos inscritos en la denominación. Según recoge la modificación, la producción de las viñas inscritas en los registros del Consejo ha de destinarse exclusivamente a la elaboración de vino amparado. De este modo, se equiparan los requisitos de dedicación exclusiva que tienen las bodegas inscritas con los requisitos de los viñedos, al extender el principio de exclusividad también a éstos, como corresponde a una Denominación de Origen Calificada.

Asimismo, la modificación de la normativa aprobada por el Pleno establece que la reinscripción de un viñedo solo podrá llevarse a cabo tras un exhaustivo proceso de verificación llevado a cabo por los servicios técnicos del Consejo Regulador, que se asegurarán de que el viñedo en cuestión cumple y se ajusta a las condiciones y requisitos de la Denominación. El sector ha querido de este modo proteger su fondo de comercio y reforzar las garantías que ofrece la Denominación de Origen Calificada Rioja a los consumidores, siguiendo su constante habitual de búsqueda de la máxima calidad, rigor y excelencia tanto del producto final, como de todos los procesos seguidos para llegar al mismo. «Esta decisión deja constancia de que la pertenencia a la Denominación es voluntaria y que, mientras se esté en ella, hay que hacerlo al cien por cien y con honestidad», concluye Fernando Ezquerro, presidente del Consejo Regulador de la DOCa Rioja.