Javier D. Bazaga

NOTAS AL PIE

Javier D. Bazaga


Nuevo curso, viejas rutinas

09/09/2022

Ayer la normalidad volvió a la región. Muchos me dirán que de eso hace tiempo, que ya llevan semanas trabajando. Cierto. Pero ayer volvieron las aglomeraciones a las puertas de los colegios, el estrés y las prisas –y algún grito de desesperación– a los hogares; y los diputados regionales a las Cortes de Castilla-La Mancha, dando de manera oficial comienzo a un nuevo curso político que se prevé agitado.
Los besos, apretones de manos, abrazos y sonrisas dieron paso a conversaciones animadas entre diputados de distinto signo, conscientes de que se trata de un periodo de sesiones, el séptimo, muy particular y que va a estar marcado por las elecciones de mayo de 2023, que ya asoman en el horizonte y que todos tienen en mente, aunque no lo quieran reconocer a nueve meses de la cita con las urnas.
La sesión dio comienzo con el debate sobre la prevención de la ocupación ilegal de viviendas en Castilla-La Mancha, pero fue con el debate sobre «la necesidad de adoptar medidas urgentes para frenar la subida del coste de la vida y el empeoramiento de la economía en Castilla-La Mancha», presentado por el PP, el que marcó el tono del pleno, y el que previsiblemente será el paradigma de lo que nos espera a partir de ahora en la Cámara regional. Para resumirles: lluvia de reproches, señalamiento de defectos y ensalzamiento de las contradicciones del otro.
Dio la sensación de estar ante una segunda parte del debate celebrado el pasado martes en el Senado entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, y ya saben que se suele cumplir el dicho de que «segundas partes nunca son buenas», salvo honrosas excepciones.
En el segundo turno de intervenciones lo reprochó el diputado de Ciudadanos David Muñoz Zapata, cuando recordó que en aquel debate del martes en el Senado, con Feijóo y Sánchez sumidos en un cara a cara más electoral que parlamentario, y pendientes de ver quién ganaba, quienes perdieron fueron los españoles. Y misma conclusión recogió Muñoz de este pleno en el que «con sus reproches pierden los castellano-manchegos».
El PP de Paco Núñez llevó a las Cortes una petición de acuerdo entre los grupos para hacer más llevadero un otoño e invierno que se augura muy complicado, un acuerdo económico «sin logotipos, con el sello de Castilla-La Mancha», con medidas de reducción de IVA en la electricidad o el gas, ayudas directas a los consumidores o supresión del impuesto de patrimonio.
Fue el vicepresidente del Gobierno el que quiso contestar a Núñez que en materia de diálogo «pocas lecciones se le pueden dar a este gobierno», dijo José Luis Martínez Guijarro, mencionando todos los acuerdos a los que se ha llegado en esta legislatura con sindicatos y empresarios, y con una conclusión clara: si quiere hablar de diálogo «súmese a esos acuerdos que están dando buenos resultados».
El curso político, como el escolar, dio ayer comienzo recuperando algunas viejas rutinas en nuestras vidas, pero tengan claro que las sonrisas durarán más en los colegios que en las Cortes.