La nueva Ley de Universidades no deja de atragantársale a Page. Aunque reconoce que «más o menos» se llegó a un acuerdo con el ministro, advierte de que «estamos en un momento en que lo que ya sale regular en el Gobierno, termina peor en el parlamento. Y esto va camino de un choque de trenes». 

Por un lado, avisa de que las cuestiones que implican más financiación no se pueden imponer si no se reparten más fondos. Pero también le preocupa que se añade la autorización a que los claustros puedan hacer pronunciamientos ideológicos. «Eso solo se hace para defender lo que pasó en algunos claustros con la independencia de Cataluña», critica. Amenaza con recurrir si no se quita en el Senado.