El convento de la Madre de Dios de Tamajón ha sido incluido en la Lista Roja de Patrimiono de Hispania Nostra. Según precisa la entidad, los franciscanos fueron obligados a abandonarlo tras la Desamortización de Mendizábal (1835), que es cuando comenzó la ruina de este cenobio.
Fue utilizado como corral, almacén o trastero e incluso se empleó la piedra del edificio para la construcción de nuevas casas en el pueblo. Las cubiertas se perdieron en su mayoría hace tiempo y las paredes de todo el conjunto están surcadas de grandes grietas.
En la actualidad está en ruinas, quedan algunos arranques de los arcos de la iglesia y el claustro, así como las bases de las pilastras del mismo, cubiertas por la vegetación.
Junto con este antiguo convento, en Castilla-La Mancha, Hispania Nostra también ha incorporado a su Lista Roja las ferrerías de San José del Mazo. No cuentan con ninguna protección oficial y se encuentran completamente arruinadas. En 1844, José Safont, rico hacendado catalán y especulador que había hecho su fortuna adquiriendo bienes desamortizados, compró un molino en las orillas del Pusa y construyó todo un complejo metalúrgico movido por energía hidráulica.
Se abastecía de una presa sobre el río, y para su funcionamiento fue necesario construir un canal de gran longitud con acueductos para salvar arroyos y perforaciones costosas en el terreno pizarroso de las orillas.
Esta industria llegó a emplear a trescientos hombres, y supuso un gran impulso demográfico para la población de los Navalucillos, , en Los Navalucillos (Toledo), ya que mantuvo su actividad fabril hasta principios del siglo XX.
En las inmediaciones de la fábrica, existen varios hornos de cal y carbón para el abasto de la misma, ocupándose en estos como en los demás trabajos más de trescientos hombres y muchachos, y otras tantas caballerías.
Hispania Nostra considera que ambos monumentos "se encuentran en un pésimo estado de conservación por lo que muchos elementos se han perdido" y que ello motiva su incorporación a esta Lista Roja, que recoge más de 1.100 monumentos españoles que se encuentran sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores.