«Sí creo que una imagen vale más que mil palabras»

Inmaculada López Martínez
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La presidenta de la Agrupación Fotográfica de Guadalajara es la primera mujer que se pone al frente de este colectivo integrado por más de 200 amantes del arte de la instantánea

Vanesa Vicedo, en la exposición colectiva que al AFGU ofrece en el Museo Provincial de Guadalajara. - Foto: Javier Pozo

Vanesa Vicedo (Melilla, 1980) es la primera mujer que preside la Agrupación Fotográfica de Guadalajara (AFGU), un colectivo cuya actividad que ha sido vital para popularizar la tradición y la cultura por el arte de la fotografía que existe en la provincia. Asegura que comenzó en este mundo «como un hobby tranquilo» y, poco a poco, fue formándose hasta abarcar la faceta profesional. Aparte de diferentes proyectos personales, en lo últimos años, ha realizado la mayor parte de su actividad como fotógrafa en el sector infantil cubriendo desde la maternidad y el newborn hasta la edad de las comuniones aunque, también, ha realizado numerosos trabajos en bodas así como para editoriales de moda y retratos en general. 

En febrero de 2021 asumió la presidencia de la AFGU.  ¿Cómo afronta este reto?

Tomé las riendas de la AFGU en un momento complicado de su gestión. Afrontar este reto me supone muchas horas de trabajo pero realizado con mucha ilusión por lo que comandar esta institución significa. La AFGU no es una entidad más sino una de las pioneras alrededor del movimiento asociacionista en España qué pronto cumplirá 70 años de existencia. 

Vanesa Vicedo, en la exposición colectiva que al AFGU ofrece en el Museo Provincial de Guadalajara.Vanesa Vicedo, en la exposición colectiva que al AFGU ofrece en el Museo Provincial de Guadalajara. - Foto: Javier Pozo¿Cuáles son los objetivos de mandato de la nueva Junta Directiva?

Dentro de los objetivos que nos hemos marcado, está la de la incorporación de los sectores más jóvenes de la sociedad y recuperar el ritmo que nos ha marcado la pandemia con actividades diversas para los socios y la ciudadanía alcarreña. 

En la actualidad, ¿cuántos socios integran este colectivo y cuál es su perfil mayoritario?

Somos con más de 200 socios, mayoritariamente varones de edad media con un perfil profesional que eligen la fotografía como medio de expresión artística y forma de conocimiento del mundo que le rodea, si bien es cierto que cada vez hay más presencia femenina. 

Guadalajara es una provincia con mucha tradición fotográfica y que ha dado muy buenos fotógrafos. ¿Ha contribuido la AFGU en ello?

Por supuesto que la Agrupación Fotográfica ha contribuido a lo largo de estos años a la difusión de la imagen de Guadalajara, de sus gentes y de sus tradiciones. Desde hace años participamos y colaboramos activamente en concursos fotográficos con pueblos de la provincia, cómo es el caso de Trillo en las ediciones de su concurso fotográfico Trillo y comarca. 

Personalmente, ¿cuándo y cómo descubre la AFGU y que le aporta?

Cuando llegué a Guadalajara destinada por mi trabajo en el sector sanitario, una de las primeras personas que conocí era socia de la AFGU por lo que me animó a acercarme y conocerla. Ese mismo día decidí hacerme socia. De la agrupación, entre todo lo que me ha aportado, me quedo con el conocer a personas que disfrutan de la fotografía como yo y el conocimiento de la provincia que he podido realizar junto a ellos en distintas salidas fotográficas.

El pasado agosto nos dejaba Santiago Bernal, presidente de la AFGU durante cuatro décadas y uno de los fotógrafos más destacados del siglo XX. ¿Qué significó Santiago Bernal para la AFGU?

Santiago Bernal, como presidente durante 40 años de laAFGU, significa más de la mitad de la vida de la entidad. Su labor a lo largo de los años en el campo de la fotografía y sobre todo en cómo consiguió qué Guadalajara fuera una capital importante dentro de la fotografía así cómo la interrelación sus contemporáneos fotógrafos son cosas que siempre habrá que agradecerle. Definitivamente, si la agrupación es lo que es hoy día es gracias a Santiago, a su esfuerzo y a su familia. 

La exposición colectiva de gran formato de la AFGUse puede visitar, en estos momentos, en el Museo Provincial. ¿Qué destacaría de ella?

Cabe destacar el trabajo conjunto de los socios qué exponen sus fotografías. Dado que no es una exposición con una temática conjunta, paseando entre las imágenes se pueden encontrar la gran variedad de estilos y disciplinas en torno a la fotografía que cada uno de ellos realiza. Esto unido al gran tamaño de cada una de las fotografías hacen de esta exposición una visita al interior de los fotógrafos y las fotógrafas que conforman está agrupación.

¿Qué otras iniciativas tienen previstas para los próximos meses? ¿Algún otro proyecto de futuro?

Entre las actividades que tenemos pendientes en la agrupación y en coordinación con otras entidades públicas, está el proyecto de realizar una feria del arte, recuperar el concurso fotográfico provincial que dejo de celebrarse hace unos años y una colaboración más especial con el Museo Provincial de Guadalajara. Estos proyectos requieren de esfuerzo entre las distintas entidades pero confiamos en que pronto puedan ser una realidad. 

¿Cómo se ha adaptado la actividad de la AFGU a la revolución tecnológica que ha vivido la fotografía en los últimos años?

La AFGU ha sabido incorporar la tecnología y medios digitales tanto a la hora de realizar fotografías como para el proceso de revelado posterior así como a manejarse con distintas aplicaciones durante la pandemia para permanecer en contacto y realizar actividades de forma telemática. Ahora que hemos vuelto a la normalidad, alguna de estas tecnologías se han quedado incorporadas en nuestro funcionamiento normal.

Y personalmente, ¿cómo vivió ese cambio de la fotografía a nivel técnico y tecnológico?

Personalmente, aprendí fotografía con respaldos digitales y no fue hasta el año 2015, en el Grado Superior de Fotografía que cursé, cuando tomé contacto con la fotografía analógica y su revelado de laboratorio. Un proceso que me atrapó y que sigo realizando en algunas ocasiones en un pequeño laboratorio qué instalé en mi casa, aunque si bien es cierto el medio digital es más rápido y que ofrece muchísimas posibilidades a través del desarrollo de distintos softwares, la magia tela fotografía analógica se quedó instalada en mi de la misma forma que otros procesos en torno a la fotografía cómo es el caso de la cianotipia. 

 ¿Cómo descubrió su pasión por la fotografía?

Realmente, mi pasión por la fotografía viene de antiguo pero es con un embarazo de alto riesgo con lo que decido intentar y aprender a hacer mi fotografía. Soy una persona de naturaleza inquieta, de mirada viva, que ve el mundo con ojos de niña pequeña dejando que todo me sorprenda a mi alrededor. Y ese es el punto dónde creo que está mi pasión por la fotografía. 

¿Qué opina de Instagram?

Instagram, como otras aplicaciones digitales, ha contribuido a la fotografía de manera positiva ya que nos permite estar en contacto con lenguajes fotográficos que se van incorporando gracias, sobre todo, a la juventud de una gran parte de sus usuarios que nos enseñan su mundo, su gente, sus gustos y sus aficiones con un prisma fresco y una mirada propia. 

A su juicio, ¿qué cualidades tiene que tener un buen fotógrafo?

Un buen fotógrafo, bajo mi punto de vista, para ser considerado como tal debe ser alguien en constante evolución en su hacer fotográfico, alguien que se interroga, que pregunta a su alrededor, que observa y que interviene dando su punto de vista a lo que acontece, que saca su mundo interior y lo presenta en una imagen corpórea, que inventa y te hace creer su mentira, que investiga, que genera. 

¿Le gustan los selfies?

Los selfies ni me gustan ni los he entendido nunca más allá de una comunicación entre dos personas pero que no me gusten o yo no lo realice no quiere decir que esté bien o esté mal en mi percepción. Como decía anteriormente, forma parte de ese lenguaje comunitario que ha desarrollado el sector joven de nuestra sociedad y que muy difícilmente dejará de existir. 

¿Blanco y negro o color?

Ambos. El color aporta una información qué difiere mucho de lo que aporta una imagen en blanco y negro. La fotografía, que proviene del blanco y negro, se asocia con una imagen atemporal o antigua pero también se utiliza para impregnar a la toma de un valor añadido de emoción, el color también aporta emociones contextualizando a veces la imagen en un momento concreto.

Por último, ¿cree que es cierto eso de que una imagen vale más que mil palabras?

Creo en la máxima de que una imagen vale más que mil palabras, la dificultad de desarrollar esto está en esa fase previa del fotógrafo de saber elegir cuál es la imagen final que representará a esas 1.000 palabras sin utilizar ninguna y que será entendida por quien sea que la observa.