En una visita a Zaorejas (Guadalajara) y acompañado, entre otros, del consejero de Desarrollo Sostenible, José Luis Escudero, el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, se ha referido a las reglas de explotación del trasvase Tajo-Segura y a la aprobación del nuevo Plan Hidrológico de Tajo y ha señalado que dotar de caudales ecológicos a este río no es algo «excepcional» sino de «equiparar» este río al resto de los ríos.

«No es cuestión excepcional disponer de unos caudales ecológicos. Hay que verlo con esa normalidad. Hemos hecho una puesta en ese sentido, pues la normativa europea y la propia legislación española nos emplaza a ello. Todos los ríos del país deben contar con condiciones ambientales que se exigen hoy en día para el conjunto de las cuencas. Por ello, el Tajo abandona una anomalía, en la que ha estado instalado a lo largo de muchos años», subrayó.

Respecto a la cuenca demandante, la del Segura, indicó que la aportación económica para obtener nuevas fuentes de suministro de agua, principalmente desalada y regenerada, conlleva una inversión que supera los 600 millones, «para hacer efectivos esos compromisos que tenemos adquiridos hasta alcanzar el final de periodo de planificación, que la Unión Europea ha establecido a finales de 2027».

Page ha hablado hoy desde Ocaña. - Foto: David PérezDicho esto, el secretario de Estado de Medio Ambiente terminó reiterando que «hay que asumir en términos de normalidad» esos caudales ecológicos para el Tajo, pues, en definitiva, «se trata de hacer efectivo un compromiso como país adquirido en el marco de la Unión Europea, que obliga a dar respuestas razonables a los ciudadanos de hoy y las generaciones de mañana».

La opción de desalar. Desde Ocaña (Toledo), el presidente castellano-manchego, Emiliano García-Page, se refirió esta mañana a la opción de la «desalación», muy extendida en zonas como Canarias y asegura que se trata de una práctica que tendrá que extenderse, en el futuro, a otras regiones de España debido a las consecuencias del Cambio Climático. 

«Aquí vivimos en el centro de España, Ocaña está en el corazón de España, aquí la falta de agua equivale a desolación, además no tenemos posibilidad de desalación», expuso. «No tenga nadie duda ninguna de que si Castilla-La Mancha tuviera salida al mar, predicaría con el ejemplo pidiendo inversiones al Estado para poder utilizar un recurso inmenso como es el mar», incluyó.