Los candidatos

Agencias
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El Favorito tras romper el tabú de la derecha - Foto: Rafael González

El Favorito tras romper el tabú de la derecha

El presidente de la Junta de Andalucía y candidato del PP a la reelección, Juanma Moreno, afrontará el 19-J sus terceras elecciones autonómicas estrenando el cartel de favorito, una posición con la que se ha hecho tras romper el tabú de un Gobierno de derechas por primera vez en la historia democrática de la comunidad.

Nacido en Barcelona en 1970, llega a los comicios reforzado por el papel institucional en la Junta, donde ha encontrado el perfil con el que mejor encaja, con un discurso que busca construir desde la moderación, alejando la bronca política.

El baluarte del malagueño (llegó de la Ciudad Condal a los pocos meses de nacer) es su propia marca personal, más allá de las siglas del PP. Moreno se presenta a la cita con las urnas como «Juanma presidente», con la intención de acaparar el mayor número de votantes y gobernar en solitario, con lo que evitaría tener que depender de Vox. El candidato popular ya ha marcado sus líneas rojas a la formación derechista, en el Estatuto de Autonomía y en no dar pasos atrás en violencia de género o lucha contra el cambio climático, y avisa sobre una repetición electoral si hay peticiones «inasumibles» para formar Gabinete.

Moreno, que adelantó los comicios a junio argumentando la necesidad de un Presupuesto para luchar contra la crisis económica, llega al 19-J confiado, sabe que previsiblemente ganará, pero también es consciente de que puede quedar al albur de los pactos posteriores.

La gestión de la pandemia ha reforzado su imagen de presidente amable y, a pesar de las duras medidas, ha ganado mucha popularidad, aparece como el mejor valorado por los andaluces y ha conseguido mucho peso en su partido a nivel nacional tras el relevo de Pablo Casado, con el que mantuvo importantes polémicas, por su amigo Alberto Núñez Feijóo.

Así, se encuentra ante un escenario electoral desconocido para él, a pesar de que concurrirá por tercera vez. Es la primera ocasión que va como favorito y, si se cumplen las encuestas, será la primera que gane las elecciones en Andalucía.

Sorpresa en 2018

Moreno resurgió la noche electoral del 2 de diciembre de 2018, tras sacar los peores resultados del PP, con Génova preparando ya su relevo, y pasó de estar abocado a dejar el cargo a convertirse en un barón de referencia cuando la suma con Cs y Vox permitió arrebatar al PSOE el Gobierno. Pocos confiaban entonces en él, afrontó una campaña en la que se le daba por amortizado, y únicamente él mismo y su círculo más cercano, el que le acompaña ahora en San Telmo, mantenían viva la esperanza de dar la sorpresa, como así fue.

Durante la legislatura sacó adelante un Ejecutivo en minoría al que en enero de 2019 pocos daban esperanzas, no tuvo ningún problema con Cs y supo contentar a Vox con sucesivos acuerdos, hasta que la maquinaria electoral se puso en marcha por adelantado hace un año y se quedó sin Presupuestos para 2022.

Las tensiones las vivió a nivel de partido, donde la lucha de poder con la anterior dirección nacional por el control de las estructuras provinciales supuso importantes polémicas, públicas y soterradas, que le valieron derrotas dolorosas, como ocurrió en el congreso del PP de Sevilla en 2018.

Un año después de lo ocurrido en esos procesos, Moreno se convirtió en el principal apoyo de Feijóo para desbancar a Casado tras la polémica con Isabel Díaz Ayuso. Quizá por ello, está ahora en el puente de mando de la cúpula nacional, donde situó a dos de sus consejeros en el Ejecutivo autonómico, Elías Bendodo y Juan Bravo.

El presidente de la Junta, que está casado y tiene tres hijos, familia con la que vive en Sevilla desde que lidera el PP-A, es aficionado a la música y al deporte, y sabe que la fiesta no acaba hasta que suena la última canción y que las carreras de fondo son largas.

En 2014, llegó al PP por elección de Mariano Rajoy y Soraya Sáenz de Santamaría para concurrir a unas elecciones perdidas de antemano y cuatro años después, se dejó por el camino otros 300.000 votos, pero la aritmética parlamentaria le hizo presidente. Ahora, la música sigue sonando y es el favorito para ganar ampliamente, casi duplicando sus escaños.

Ante el reto más difícil del socialismo andaluz

 

El PSOE andaluz y su líder, Juan Espadas, se enfrentarán este próximo día 19 probablemente al reto más difícil en la historia de este partido en la comunidad: recuperar el poder. Después de más de tres años por primera vez en la oposición, Espadas intentará dar la vuelta a las encuestas, que están dando una victoria clara al candidato popular, Juanma Moreno, que obtendría el 35,6 por ciento de los votos y entre 47 y 49 escaños y una ventaja de 10,4 puntos sobre el socialista, que lograría el 25,2 por ciento de los sufragios, es decir, entre 32 y 36 diputados.

Espadas emprendió en 2021 un periplo que le llevó de la Alcaldía de Sevilla a ganar las primarias del PSOE a Susana Díaz, para convertirse en noviembre de ese año en secretario general, luego en senador por la comunidad, y a emprender una renovación en el partido con cuyos cuadros quiere ser presidente andaluz.

Sin embargo, el PSOE-A y Espadas abordarán en esta cita con las urnas, por primera vez, el reto electoral sin el paraguas y poder que da la Junta, en la oposición y frente a un candidato popular consolidado y al que los sondeos empujan con viento de cola mientras a él le atribuyen un resultado parecido al de 2018 (33 diputados de los 109 de la Cámara autonómica).

Desde que tomó las riendas del partido y el control del grupo parlamentario, el dirigente sevillano puso de manifiesto su tendencia a los pactos y, en esta línea, ofreció a Moreno acuerdos en sanidad, educación, dependencia o sobre el último Presupuesto de la Junta. Ninguno llegó a buen puerto por la falta de entendimiento.

El objetivo era, además, aislar de los pactos a Vox, pero el diálogo no funcionó, de lo que se acusaron ambas partes.

A partir de entonces, Espadas endureció sus mensajes y la posición de su partido contra el Gobierno andaluz que lidera Moreno, lo que le llevó a participar en distintas manifestaciones. Especialmente por la gestión de la pandemia de coronavirus, aunque también llegó a pedir una comisión de investigación sobre los contratos sanitarios de la Junta, frenada por la derecha, o se personó a título particular en el denominado caso Maletines de la Junta que investiga la Justicia.

Respaldo de Ferraz

Para estas elecciones, el candidato del PSOE-A, de Pedro Sánchez y de Ferraz cuenta con el potente apoyo del aparato del partido, que le ha pedido que «despierte» a los socialistas andaluces.

La clave -asegura Espadas- está en la movilización de los alcaldes, concejales y militantes y que estos impulsen a su vez el voto progresista y de centro, para dar la vuelta a unas encuestas que apuntan a un estancamiento electoral.

El PSOE federal se la juega en una comunidad que puede aportar mucho a Sánchez en las próximas generales, en las que se eligen 61 diputados y 32 senadores, más en un momento en el que el Gobierno del madrileño vive el momento más delicado de su mandato, por la tensa relación con sus socios parlamentarios.

«Si la militancia vota por el cambio, está claro que el PSOE va a volver a gobernar en Andalucía. Esa es mi ilusión y por eso estoy trabajando», sostiene el aspirante, que está convencido de que era necesario «cambiar al partido» y recuperar el Palacio de San Telmo.

Nacido en Sevilla en 1966, Espadas es abogado y fue alcalde de la capital hispalense entre junio de 2015 y enero de 2022. Comenzó su carrera política en la Junta de Andalucía, donde fue viceconsejero de Medio Ambiente, ocupó el cargo de Consejero de Vivienda y Ordenación del Territorio de 2008 a 2010 y fue presidente de la Empresa Pública del Suelo de Andalucía antes de dedicarse a la política municipal.

En 1990, empezó a colaborar con el PSOE como simpatizante en el grupo sectorial de Medio Ambiente y participó en los comités de expertos para la redacción del programa del partido a las elecciones autonómicas. Un año después, elaboró el Manual del Concejal de Medio Ambiente para las municipales de 1991.

En 1997, Espadas se afilió al PSOE y fue nombrado Coordinador Federal de Medio Ambiente, responsabilidad que ocupó hasta 2009, una etapa en la que trabajó con los equipos de Joaquín Almunia y José Luis Rodríguez Zapatero coordinando las políticas sectoriales de medio ambiente y ordenación del territorio.

Una pieza decisiva que inquieta a todos

La irrupción de Macarena Olona como candidata de Vox a la Presidencia de la Junta de Andalucía podría convertirse en un misil en la mayoría suficiente a la que aspira el candidato a la reelección, el popular Juanma Moreno, quien podría estar condenado a entenderse con una figura política que se postula para desempeñar un papel importante en las próxima legislatura.

El pasado 28 de abril se hizo oficial que Olona iba a ser la aspirante. Se cumplían casi tres años desde que el actual portavoz parlamentario de la formación derechista, Iván Espinosa de los Monteros, contactó con ella y poco después se reunían ambos con Santiago Abascal en el Hotel Intercontinental de Madrid. Ahí nació el compromiso político de esta dirigente con su partido, de cuyo engranaje es una de sus piezas más queridas.

 

No se considera una «paracaidista» pese a no haber nacido en Andalucía, ya que es diputada al Congreso por Granada, además de estar empadronada en Salobreña, en casa de un compañero de formación, desde el 5 de noviembre último, para poder concurrir a los comicios autonómicos, un hecho que generó una polémica zanjada por la Junta Electoral, que dio por buena su candidatura.

Nacida en Alicante en 1979, Olona se licenció en Derecho con premio extraordinario en la universidad de esa ciudad e ingresó en el cuerpo de abogados del Estado en 2009. Fue abogada jefe del Estado en el País Vasco entre 2012 y 2017, una etapa en la que, entre otros asuntos, armó jurídicamente recursos contra la realización de homenajes a los presos de ETA. Tras este periplo, llegó a la Secretaría general de Mercasa, empresa pública que presta servicio al conjunto de la cadena alimentaria y en la que tuvo que investigar comisiones ilegales por valor de hasta 20 millones de euros.

Justo antes de alistarse en las filas de Vox, trabajaba en la Sociedad Pública Estatal Sepides, tras lo cual comenzó su vida política.

Papel como jurista

En las elecciones generales de 2019, obtuvo su acta de diputada por Granada, y desde que es secretaria general del grupo, lidera los éxitos en los tribunales de los recursos de inconstitucionalidad que terminaron tumbando los decretos sobre el estado de alarma del Gobierno o el cierre de las Cortes durante la pandemia.

Junto a su labor jurídica, son sonados sus rifirrafes con políticas como Yolanda Díaz o Irene Montero, a las que gusta tildar de «ministras comunistas», sin abandonar en sus intervenciones la pizca de teatralización que también pone en sus acercamientos a la sociedad andaluza.

La aspiración de Moreno es lograr un resultado claro como el de Díaz Ayuso en Madrid y la de Olona es convertirse en la única opción del PP de seguir gobernando Andalucía, después de que en las elecciones de 2018 entraran por primera vez en un Parlamento, con 12 escaños.

Madre de un niño de tres años, se definió en un mitin como mujer «libre, española, madre, hija, hermana y andaluza». Su misión, será obligar al PP a sumar su mayoría suficiente contando con Vox. 

 

Último bastión para resistir

Juan Marín es el último bastión de poder de Ciudadanos en los Gobierno autonómicos y llega a las elecciones del 19-J con la difícil tarea de vencer a los malos augurios que, en forma de encuestas, sitúan a su partido casi en la irrelevancia en Andalucía.

Tras casi cuatro años de Gobierno bipartito con el PP, el liberal se lo juega todo en las autonómicas, en las que se presagia un importante derrumbe de Cs, en línea con lo que ya ha ocurrido en otras elecciones anteriores.

Marín (Sanlúcar de Barrameda, Cádiz, 1962) sigue vivo políticamente entre los rescoldos del proyecto que formó en su día Albert Rivera y está convencido de que ese fuego se puede avivar explicando a los andaluces que él es la opción moderada para gobernar con el PP, frente a la radicalidad de Vox. Su tarea pasa por hacer valer su gestión en el Ejecutivo, en el que los consejeros de ambos bloques prácticamente se han mimetizado en torno a Juanma Moreno, algo que ahora también puede pasarle factura en beneficio del popular.

El vicepresidente ha actuado como un aliado leal al PP y, a diferencia de lo ocurrido en otras comunidades, ha apagado cualquier atisbo de polémica entre formaciones. Su perfil ha casado con el de Moreno y si el conservador tuviera opciones de elegirle de nuevo como socio, no habría dudas y se repetiría el Gobierno. Pero parece difícil: después de conseguir 21 diputados en 2018, las encuestas apuntan ahora a uno o dos escaños naranjas. 

Constancia y nuevo andalucismo

Teresa Rodríguez se presenta por tercera vez como candidata a la Presidencia de la Junta, tras una separación amistosa primero y un divorcio traumático después de sus socios políticos, en una convulsa etapa en la que ha mostrado la constancia y resistencia de sus ideales sociales. El nuevo andalucismo que representa Adelante Andalucía, la organización que lidera, camina de forma independiente, al margen de la confluencia de formaciones de izquierda aglutinadas en Por Andalucía, confiando en la atracción de un partido sin «ataduras» en Madrid.

Nacida en 1981 en Rota (Cádiz), dio el salto a la política desde su activismo social. A los 18 años no pudo votar, porque no estaba en el censo, pero su nombre figuraba ya en una papeleta de IU. Un partido del que salió porque no aprobaba su estrategia de asociarse con el PSOE. 

 

Su grupo de activistas constituyó Anticapitalistas, organización desde la que después contribuyó a la fundación de Podemos, formación con la que fue eurodiputada en 2014 y con la que rompió en 2020 por, precisamente, pactar con el PSOE un Gobierno de coalición.

Voz templada en la suma de izquierdas

Inma Nieto, aspirante de Por Andalucía a la Presidencia de la Junta, afrontará el 19-J el principal desafío de su carrera política: ilusionar a los votantes de la alianza de los partidos a la izquierda del PSOE para convertirla en alternativa y ser decisiva en un eventual acuerdo que saque a la derecha del poder.

Por los avatares de la política, Nieto, nacida en Algeciras en 1971, se presenta por la provincia de Málaga y fue elegida candidata por la mayoría de los partidos que se aglutinan a una coalición (Podemos, IU, Más País, Equo, Alianza Verde e Iniciativa del Pueblo Andaluz), cuya gestación fue tardía y muy accidentada.

De carácter tranquilo y talante templado, es licenciada en Ciencias Políticas por la Universidad de Granada y tiene un máster en Administración Pública, aunque también posee el título de Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales.

La aspirante de Por Andalucía es, además, afiliada a CCOO y a Izquierda Unida, partido del que forma parte de la ejecutiva federal, dirigida por Alberto Garzón, y desde el 2021 es responsable de Política Institucional de IU federal.