Define a la asociación de autónomos ATA de Castilla-La Mancha como un «barco grande» y señala que todo su colectivo en la región, que están por los 150.000, forman la «empresa más grande» del territorio. Desde julio del pasado año Miguel Ángel Rivero está al timón de ese gran barco y defiende los intereses de esas 150.000 personas de la empresa más grande de Castilla-La Mancha. Experiencia en el mundo asociativo tiene de sobra. «En todos mis proyectos, tanto empresariales como institucionales, he sido persona de trabajar en grupo», señala. Está en el Colegio de Agentes Comerciales de Ciudad Real, en la Cámara de Comercio provincial, estuvo en la extinta CEOE-Cepyme Ciudad Real y es socio fundador de la nueva Fecir. 

¿Qué objetivos busca conseguir al frente de ATA?

El primero es la defensa de todos los autónomos de la región. Son cerca del 90 por ciento del tejido productivo. Es el que da trabajo, genera estabilidad en las poblaciones más deshabitadas. Lo digo con muchísimo orgullo. La mujer en Castilla-La Mancha, y sobre todo la mujer rural, está capitaneando el aumento de altas en el RETA.

No me gusta que Castilla-La Mancha lidere en siniestralidad. Es algo que me pone de los nervios. Sé que soy escuchado por la consejera de Economía para concienciar muy mucho al autónomo de que tiene que velar por su propia seguridad. 

También es importante que los fondos europeos Next Generation lleguen a los autónomos. Sería un pecado capital tener que devolver dinero porque el autónomo no lo utilice. 

Las grandes empresas o la Administración tienen más herramientas para solicitar los fondos europeos. ¿Qué se está haciendo para que los autónomos también los soliciten?

Todo lo que se está haciendo bienvenido sea, pero mi opinión es que no llega al autónomo. El autónomo es un empresario que está desde que se abre hasta que se cierra y tiene que estar muy concienciado y entenderlo muy bien. Sé que las entidades financieras están creando programas, oficinas, pero sería prioritario que se creara una oficina por parte de la Junta. El autónomo puede ver las oficinas bancarias como una parte más interesada y si son de la Administración, quizá las vea un poco más abiertas a la hora de solicitarlo. O bien que nos aporte esa información la Consejería a las asociaciones de autónomos para que hiciéramos redifusión a los autónomos y que no tengan miedo; que pidan esas ayudas porque son muy buenas.

Se acaba de aprobar una Estrategia regional de Prevención Laboral. Dice que en la Junta escuchan sus peticiones en esta materia ¿qué tipo de medidas habría que aumentar o cuáles poner nuevas?

Digo que se escucha mi petición, no que se me esté haciendo caso, que es distinto. Lo he transmitido a la consejera de Economía, a la cual me une una buena relación, y al presidente Page en una visita institucional. Acaba de salir una convocatoria de ayudas para hacer un curso de prevención de riesgos laborales, que son de 200 euros, pero mientras la Administración no haga campaña permanente de concienciación al autónomo, si no le estamos machacando con que tiene que cuidar su salud, al final ese curso no lo va hacer a no ser que esté muy concienciado para quitarse horas de su trabajo o de su descanso. No vale hacer una campaña hoy y luego no hacer otra hasta el año que viene. Tiene que ser mantenida en el tiempo. Los autónomos primamos la seguridad de nuestros empleados, la de los demás, y sin embargo nos olvidamos de la nuestra. 

La despoblación está en agenda. Muchos pueblos se mantienen con vida porque hay un autónomo con un bar, una casa rural o una pequeña tienda. ¿Se os tiene en cuenta para que los que están no cierren?

Esa es otra de las medidas que tuve la posibilidad de pedir a Page: la concienciación de fomento del autoempleo femenino, sobre todo en zonas rurales, de tarifas planas para mujeres y jóvenes en zonas rurales de 12 o 24 meses, para los que quieran autoemplearse de nuevas o para una sucesión empresarial. Ocurre que hay tiendecitas, panaderías, ferreterías, talleres de localidades pequeñitas que no tienen sucesión. Necesitamos ese arranque, ese inicio, una ayuda muy concreta que no tenga mucho vericueto, que sea clara, fácil de entender y de solicitar.

¿Cómo hay que interpretar los últimos datos de autónomos en el contexto económico que tenemos?

Donde veo el problema es que había 4.381 autónomos a 31 de marzo cobrando la prestación de cese de actividad. Estos autónomos estaban cogidos con pinzas y me da la sensación de que en el momento en que se les acabe esa prestación, van a ser negocios que no van a poder subsistir. El autónomo es el eslabón más débil. Somos los primeros que notamos una crisis y somos los últimos en salir de ella. Es justo reconocer que la Administración regional fue ágil en la pandemia en cuanto a sacar convocatorias de ayudas y también fue generosa en cuantías, aunque a todos nos parezca poco.

En cuanto al número de altas y bajas, lo que más me preocupa por mi experiencia es la pervivencia. Muchas altas han sido huidas hacia delante, personas desempleadas de más de 50 o 55 años que no han tenido otra salida más que la de crear su propio negocio y no todo el mundo vale para empresario. Y cuando un autónomo va al desempleo... Recuerda que se está jugando su patrimonio y el que pueda dejar a sus hijos, pero también la deuda persiste y va pasando de generación en generación. Ya nos meteríamos en el tema de la Ley de Segunda Oportunidad, que creo que fue un mal trabajo del ministro Montoro.

Si no se hizo bien la Ley de Segunda Oportunidad ¿está sobre la mesa reformarla o se ha dejado de lado?

Creo que ni está ni se espera que haya una Ley de Segunda Oportunidad nueva. Lo único que nos permite es hacernos quitas y esperas entre autónomos y empresarios, que lo que conseguimos es canibalizarnos entre nosotros mismos. Si un autónomo que tiene que llevar el pan a su casa, Hacienda y la Seguridad Social no le permiten hacerlo en regla porque no le permiten tener un préstamo y cualquier ingreso se lo van a embargar, eso conlleva economía sumergida. Si hubiera una buena Ley de Segunda Oportunidad, afloraría cantidades ingentes de personas que estarían trabajando de una forma irregular, que está perjudicando a los que estamos en el sistema y a la hacienda pública. Cuando un autónomo cae, aquí en España parece que estamos ya marcados. En otros países es todo lo contrario: a esa persona se le ayuda a empezar de nuevo. 

Ante la subida de la luz, los carburantes, la materia prima ¿cómo se las apaña un autónomo? ¿renegocia el alquiler, pide un préstamo, sube el precio de sus productos?

Es que todo lo que está diciendo tiene su pero. En cuanto a los préstamos, las entidades financieras cada vez lo están poniendo un poquito más duro. Se han ido concatenando circunstancias negativas. También hemos empezado a pagar ICOs y el autónomo ya tiene poco poder, por no decir ninguno, de endeudamiento. Al final en la inmensa mayoría de los casos, no puedo trasladar esos aumentos de la materia prima, de los portes a mi producto porque las grandes superficies nos comerían. Insisto en pedir a las administraciones locales, provinciales o regionales que piensen en autónomo. No sé si será bueno o malo que los autónomos seamos el 90 por ciento del tejido productivo en Castilla-La Mancha, pero es lo que hay. Se nos tiene que tener en cuenta. No queremos ayudas, queremos trabajar, pero si llegan casos excepcionales como estos, habrá que tomar medidas excepcionales. 

Cuando llegan las crisis, se habla de impuestos ¿cuáles habría que tocar y en qué sentido?

Ahora mismo donde más radican los impuestos de los autónomos, independientemente de sus declaraciones de IVA y demás, es en los municipales, las tasas de ICIO, basura, circulación. Son los que más gravan al autónomo de calle. Los municipios tienen que ver que si aumentan la presión fiscal al autónomo, al final te cerrarán, te quedarás sin vida en la localidad, sin luz –normalmente digo que los escaparates dan luz a las ciudades– y sin impuestos.

En pueblos y ciudades no es difícil ver locales cerrados. ¿Cómo está capeando el comercio la competencia de las grandes superficies y de las compras online?

Nosotros nos empeñamos a decirles a nuestros autónomos y pequeños comercios que estén en la nube, pero no todo el mundo que esté en la nube es capaz de estar vendiendo ni de luchar contra nubarrones. El comercio tiene que contar con otros valores añadidos que no sea el precio, como la proximidad, cercanía, amistad. También ha habido mucha gente que ha querido vivir del alquiler del local y va a haber muchos que se van a quedar cerrados. Tampoco hay sucesión fácil para las empresas. Yo lo veo con gente a la que le animas para que se quede con un negocio, pero al final quiere tener una nómina, un horario y no meterse en berenjenales. Es otro capítulo que habría que enseñar en escuelas e institutos. El autoempleo no es nada malo, se pueden generar ingresos, se puede vivir. Lo que pasa es que es algo sacrificado. 

¿Funcionan las ventanillas únicas?¿Cuánto lleva abrir un negocio?

Es rápido, son pasos muy sencillos, te guían muy bien y prácticamente en 48 horas ya lo tienes hecho. Pero si tienes un establecimiento y tienes que reformarlo, ahí es donde está viniendo el problema, que los ayuntamientos para concederte una licencia de obras, ya no te digo de apertura, tardan año y medio en algunas localidades. Algunos políticos tienen la voluntad, pero luego se encuentran con problemas burocráticos. No digo los funcionarios, que se ciñen a lo que la ley les recomiende, pero debemos ser más ágiles. Lo reclamamos constantemente. Ya que hay un valiente que quiere establecerse o ampliar un negocio, désele rápido esa licencia porque héroes como ese no hay tantos.

¿Cómo está siendo la aplicación de la reforma laboral? ¿Qué os genera más incertidumbre?

Donde más incertidumbre se genera es en las campañas en sectores como la agricultura, la hostelería, el comercio, en cuanto a los trabajadores que se denominaban de obra y servicio. Hablando de los autónomos pequeñitos, el que tiene uno o dos empleados, con eso de los fijos–discontinuos tienen que garantizar el puesto a esa persona, pero ¿quién le garantiza a ese autónomo que va a tener trabajo dentro de seis meses? ¿la Administración? Encorsetarse a tener una persona fija–discontinua y dentro de seis meses volverla a llamar, a lo mejor no es el caso. Dicho esto, sí que era necesario una reforma porque a lo mejor se ha abusado de la temporalidad, pero para eso también están en las inspecciones. Si hay que dotar a la Inspección de más recursos, hágase, porque eso va en beneficio del empresario que actúa de buena fe. El que lo haga mal, que lo pague, pero no puede ser que porque te montes en el coche te pongan una multa porque digan que te vayas a saltar el exceso de velocidad.