José Manuel Patón

LA PLUMA CONTRA LA ESPADA

José Manuel Patón


Francia ¿13 millones de extrema derecha?

27/04/2022

En realidad no son solo 13 millones porque hay muchos que no han votado porque no pueden, por la edad o por otras razones, y que también se sumarían a ese 41% que Marine Le Pen ha sacado de votos el domingo pasado. Si hubiese 13 millones de franceses de extrema derecha, más otros cuantos muy de derechas que votaron a Macron, y que odian a Le Pen, podríamos pensar que Francia es básicamente de derechas o de extrema derecha. La izquierda se ha ido a tomar por saco. Eso es lo único legible. Pero en realidad la gente que ha votado a Le Pen no se siente de extrema derecha ni es de extrema derecha, simplemente está hasta los cataplines de la violencia en las afueras de las grandes ciudades francesas, de que el panorama ha cambiado y que muchos inmigrantes, -que no tienen trabajo, o que están en Francia sin papeles-, tarde o temprano necesitaran delinquir para comer. Moustaki en 'Le métèque' dixit.
La delincuencia en Francia se ha multiplicado por 20 en los últimos 40 años, y de nada les vale a los franceses mirar para otro lado.
La inmigración francesa es fundamentalmente islámica, porque Argelia, Marruecos, Senegal, etc., han sido colonias francesas, y a los franceses les pareció bien que vinieran de allí para convertirse en jardineros, camareros, etc., que es lo que antes hacíamos los españoles. Luego España prosperó, pero como no teníamos colonias recientes, salvo un desierto casi vacío, nuestros inmigrantes son polacos, colombianos, ecuatorianos, búlgaros, rumanos, etc., con los que compartimos a veces idioma y siempre religión, y seguimos siendo uno de los países de menor delincuencia del mundo.
El panorama francés confunde, porque las palabras mágicas de Le Pen que pusieron en un aprieto a Macron fueron que solo serán franceses los franceses oriundos de Francia y los que se merezcan ser franceses, es decir, condicionaba el otorgamiento de la nacionalidad a quien se comportase como un francés más que si había nacido hijo de inmigrantes en Francia o no. De entrada Le Pen sabía que no podía contar con los votos de los inmigrantes, -7 u 8 millones-, que votaron a Macron y no le importó.
Ayer vi un vídeo en el que el señor Verstrynge, -en un blog de instagram que se llama elviernes.es-, decía que París estaba inundado de manadas de negros, calificativo que si lo hubiera dicho la derecha habían procesado a más de uno. Pero el repugnante comentario del señor Verstrynge era para expresar que la invasión de inmigrantes generaba votos a la extrema derecha.
Deberíamos aprender y evitar que gente que no es de extrema derecha termine votando a la extrema derecha por culpa del 'buenismo barato' de nuestros políticos que permiten medio millón de inmigrantes ilegales y ponen pegas a unos cuantos miles de refugiados ucranianos.  
En Francia el partido socialista ha desaparecido, y los titubeos y la falta de firmeza de nuestros políticos pueden hacer que esto termine como allí en el que hay dos partidos, uno de derechas y otro de extrema derecha.