Alejandro Ruiz

EL REPLICANTE

Alejandro Ruiz


Los Budas de Bamiyan

07/04/2022

Después de sobrevivir durante 1.500 años, el régimen talibán del Estado Islámico decidió la destrucción de los  Budas de Bamiyan bajo el pretexto de que eran ídolos, y por tanto contrarios al Corán.
La destrucción cultural siempre ha sido una estrategia fundamental de la consecución de los fines para determinadas ideologías totalitarias, como el nazismo, el comunismo o las teocracias islámicas. Se trata de borrar el pasado cultural e histórico, el origen de nuestra forma de ver el mundo para instaurar el poder de la nueva ideología, con absoluto desprecio hacia la huella histórica y cultural de la civilización que no comparta su lectura fundamentalista.
Salvando las distancias, el grado de incidencia, los medios y las connotaciones, lo cierto es que la reforma del nuevo proyecto educativo viene a ser como nuestro particular Buda de Bamiyan, por la concreta amenaza de minimizar la importancia que tiene la asignatura de Historia en la formación de nuestros jóvenes estudiantes. Con la dinamita destructiva de la imposición de lo que se denomina Memoria Democrática, que no es Historia, se abordan los hechos históricos por bloques temáticos sin cronología, e incluye los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la perspectiva de género, el ecologismo y otros bloques, que tampoco son Historia, además de que quita relevancia histórica de todo lo que aconteciera antes de 1812.
Se trata de un sistema repleto de ideología y demagogia que se centra en la Historia contemporánea y desdeña, por ejemplo, la romanización, el periodo musulmán y la reconquista, las raíces de la Edad Media, el descubrimiento y la conquista de América, el imperio español o la Ilustración, con un más que evidente simplismo ideológico asentado en el adanismo estúpido y el sectarismo, que pretende reescribir la Historia para ajustarla a sus intereses políticos y reducir la capacidad de pensar de los ciudadanos para aborregarlos.
Como ha dicho Enriqueta Vila, de la Real Academia de la Historia, «sin cronología no hay hechos ni devenir ni causalidad y todo queda al albur de los deseos y las emociones, que por la esencia de su naturaleza son individuales y no necesitan anclarse en la realidad de los hechos: desaparece la obligación moral de servir a la verdad porque la misma verdad desaparece. Y la misma idea de España se mutila y se ignora, nos quedará el siglo de las guerras civiles y la izquierda y los nacionalistas...».
Denominada Tadmor en el periodo romano, la ciudad de Palmira es mencionada en registros históricos desde hace 3.800 años. Durante los siglos I a III d.C. Palmiria alcanzó su apogeo como encrucijada comercial entre Roma y los imperios de oriente. En 2016 el Estado Islámico voló por los aires los templos de Palmiria y gran parte de la columnata del Tetrapylon y la fachada del teatro romano.