Salud Mental reclama más profesionales y más prevención

Almudena Morales
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Desde la Federación Salud Mental CLM alertan del aumento de problemas en infantil y adolescentes por eso piden más atención y prevenir desde la educación de las emociones

Salud Mental reclama más profesionales y más prevención - Foto: Rubén Serrallé

El porcentaje de jóvenes españoles que declara haber tenido problemas relacionados con la salud mental ha pasado de un 6,2% en 2017 al 15,9% en 2021, según un reciente informe de la FAD Juventud. Consciente del volumen del problema el movimiento asociativo Salud Mental España ha puesto el foco en la infancia y la juventud.

'Dale like a la Salud Mental, por el derecho a crecer en bienestar', es el lema elegido para celebrar este Día Mundial de la Salud Mental. Desde la Federación de Castilla-La Mancha, su presidenta, M.ª Carmen Navarro habla del «aumento brutal y escandaloso de datos relacionados con salud mental en niñas, niños y adolescentes».

Según datos de la Organización Mundial de la Salud uno de cada siete menores y adolescentes declara tener algún problema de salud mental. Uno de los que más preocupa es el acoso, «han crecido las cifras de acoso escolar, y el acoso escolar está directamente relacionado con problemas de salud mental», explica. También señala que están viendo un aumento de los abusos sexuales en la infancia, de hecho asegura que «más de la mitad de las denuncias de agresiones sexuales en el año 2020 han sido dirigidas a menores y adolescentes». Otro de los factores que alertan: las adicciones. Advierten del aumento de consumo tanto en la infancia como en la juventud de alcohol, tabaco, sustancias antidepresivas o psicotrópicos, «hay una relación muy directa entre el consumo y los problemas de salud mental».

Además apunta Navarro que hay otros problemas como por ejemplo el cambio climático y sus consecuentes olas de calor, si dejamos a «un menor en una casa en la que no se puede pagar la factura de la luz y tiene que pasar el verano con más de 40 grados», acaba teniendo consecuencias. También la sensación de incertidumbre, «si voy a mantener mi trabajo, si voy a poder estudiar», son factores que no ayudan a una buena salud. «Acceder a la universidad antes era garantía de un buen trabajo, ahora, un trabajo tampoco es garantía de una vida autónoma» y eso acaba afectando.

Por eso, desde el movimiento asociativo reclaman «que aumente la ratio de profesionales para infantil y juvenil», así como una atención especializada y que las consultas de chicos y chicas y de población en general no queden solo en atención primaria. «Muchas veces la salud mental no se deriva a especialistas porque tendrían que esperar mucho tiempo y desde atención primaria se suele solucionar con fármacos», lamenta Navarro.

Los trastornos más habituales son los relacionados con ansiedad y depresión, «siempre se han dado», pero tras la pandemia han aumentado los casos y «ambos se tratan con terapia en la mayoría de los casos», en algunos reconoce Navarro «sí es necesaria y fundamental» la medicación, pero no en todos. Una terapia que, por la vía privada, no es apta para todos los bolsillos, de ahí que España sea el país Europeo con más consumo de psicofármacos, un tipo de medicación, que recuerda, no se suministra en la farmacia sin receta. 

«Se están consiguiendo muchas cosas con el Plan de Salud Mental»

Valora la presidenta de la Federación Salud Mental Castilla-La Mancha, la «apuesta» del Gobierno regional por el Plan de Salud Mental con horizonte 2025. Un plan, «que se revisa y se valora el grado de cumplimiento» y con el que estamos consiguiendo «muchas cosas». Aún así reconoce que todavía quedan muchas por hacer y entre ellas está la reclamación de sumar «más profesionales especializados en salud mental», así como poder educar a la población infantil en la gestión de emociones «para que luego sean adultos que gestionen mejor sus problemas». También reclaman el aumento de recursos.

«La visibilidad de la salud mental en las redes sociales, ayuda»

Reconoce Navarro que las redes sociales, como casi todo, tiene una cara positiva y otra negativa para los problemas de salud mental. Prefiere quedarse con la positiva porque «los jóvenes hablan otro lenguaje y si quien les sensibiliza es alguien que habla el mismo lenguaje que el suyo, el mensaje les acaba llegando». Admite que ya no consumen información por vías tradicionales y el hecho que de «personajes referentes» hayan expresado problemas de salud mental a través de las redes, «genera más impacto que si un profesional lo dice 20 veces».