Noé Codonal se declara «feliz y pleno» por haber logrado cumplir uno de los mayores anhelos de su vida: publicar un libro. También se siente agradecido porque en el largo y complejo camino que supone dar vida a una novela tuvo la fortuna de encontrarse con Lidia Casado. Esta periodista y crítica literaria salmantina, afincada en Guadalajara desde hace dos décadas, es la coordinadora del taller de escritura que organiza la Biblioteca Municipal de Azuqueca de Henares, un punto de encuentro semanal al que acuden personas mayores de 16 años con inquietudes lectoras y ganas de descubrir los entresijos que encierra el arte del papel y la pluma. Fue precisamente en este taller donde Noé recaló hace cuatro años en busca de soporte y orientación para dar rienda suelta a ese «gusanillo» creativo que siempre le había acompañado. «He crecido pensando que cada persona llevamos dentro un pequeño escritor, desde niño me encantaban las historias, iba a la biblioteca desde que tengo uso de razón y solía escribir diarios, pero escribir más en serio era algo que iba dejando para cuando fuese mayor».

Ese momento llegó cuando Noé fue conocedor de la existencia de la propuesta formativa para escritores noveles que ofrecía la biblioteca azudense y, por qué no, decidió probar suerte. «De la mano de Lidia fui descubriendo que el mundo de la escritura es enorme, nos pensamos que escribir es enfrentarnos a un folio en blanco y es algo que tiene mucha miga, multitud de herramientas, numerosas formas de expresión y diversas maneras de estructurar los textos», afirma. Así también lo confirma la propia Lidia Casado. «Escribir un libro es una tarea ardua si lo quieres hacer bien y siempre es mejor conocer las técnicas y los elementos que te pueden facilitar esa tarea». «Por eso –añade–, lo primero que me gusta es abrir los ojos a mis alumnos ante esta realidad y, después, siempre les recomiendo que lean mucho y que lean desde la perspectiva del escritor y no desde la perspectiva del lector que se deja enamorar por una historia y unos personajes sino que lo hagan desde una lectura más crítica que analice cómo el escritor arma la trama, cómo enreda esa trama principal en subtramas, cómo busca momentos de clímax, de anticlímax, etc.». Otro consejo recurrente que esta profesional brinda a sus pupilos es «que escriban, que reescriban, que borren, que tiren páginas si hacen falta, que revisen pero que nunca se den por vencidos».

1. Una novela

Noé fue de los que nunca se dio por vencido. Según relata, «la cosa se complicó» cuando, al curso siguiente, la propuesta que Lidia lanzó sus alumnos del taller fue nada menos que escribir una novela. «Al principio nos abrumó bastante la idea, pero luego me fue gustando», reconoce. «Enseguida me di cuenta de que Noé el don lo tenía, que sabía y que podía escribir y que sólo había que guiarle y pulirle», sostiene la periodista.

El fruto de aquel gran reto acaba de nacer y se llama Logos, una novela enmarcada en el género fantástico cuya originalidad y calidad augura buenas noticias para su autor. «Me gustan muchas cosas de este libro, pero lo que más es que consigue generar tensión, consigue atrapar al lector, te pones a leer y el libro no te suelta y eso es muy complicado de conseguir en un escritor primerizo», destaca Lidia. 

Noé Codonal y Lidia Casado posan con un ejemplar de ‘Logos’ en la Casita de los Cuentos de Azuqueca de Henares. - Foto: Javier PozoTal y como describe el propio autor, Logos es «una alegoría al conocimiento». Está basada en la historia de cuatro amigos que recorren un universo mágico unido al mundo actual en el que viven emocionantes aventuras para poder cumplir su único deseo: volver juntos a su hogar. Bajo este argumento, la novela esconde reflexiones más profundas sobre temas como el precio del poder, el equilibrio de la naturaleza y la importancia que tiene el pensar por uno mismo. Además, Logos es un claro homenaje a los dos hijos de Noé y a su querida Guadalajara, ya que incluye guiños y referencias a lugares y paisajes de la provincia. «Soy alcarreño y quería dejar esa impronta en la novela», afirma.

Como no podía ser de otra manera, Lidia Casado fue la encargada de presentar en sociedad la ópera prima de Noé Codonal, el pasado miércoles, en la Biblioteca de Azuqueca; un acto repleto de público que estuvo cargado de diversión y buenas sensaciones. Lidia no oculta la «tremenda satisfacción» que le produce que uno de sus alumnos haya llegado tan lejos. «Me considero la madrina de este libro porque siento la misma ilusión y orgullo que un padre experimenta cuando un hijo suyo consigue un triunfo en la vida». Por su parte, Noé reitera el agradecimiento que siente hacia su mentora. «Lidia me abrió mundo nuevo, un universo de técnicas que desconocía; más que pulir mis habilidades de escritor las ha devastado. Este libro es una criatura de los dos».