"La escritura puede ser terapéutica pero no es una terapia"

Beatriz Palancar Ruiz
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La escritora afincada en Azuqueca de Henares acaba de presentar su tercer libro de crecimiento personal, Prueba de fe, un trabajo con el que cierra una trilogía que le ha ayudado a través de la escritura a superar miedos presentes desde su infancia

Natalia Sanchidrián, escritora afincada en Azuqueca de Henares. - Foto: Editorial Planeta

Está convencida de que la escritura le salvó la vida. Natalia Sanchidrián (Madrid, 1972) ha encontrado la manera de transformar el trauma en forma de ayuda para otros a través de sus libros. Acaba de publicar su tercer libro de crecimiento personal que cierra una trilogía. Está inmersa en muchos proyectos que siguen teniendo las letras y las historias personales como motores de su vida. No esconde su ilusión por los nuevos proyectos y, en definitiva, por vivir y ser capaz de ayudar a otros a encontrar su lugar en el mundo viendo el lado bueno de las cosas. Para ella, eso es la fe, confiar en uno mismo y hacer lo imposible para ser feliz.

Acaba de presentar su tercer libro, 'Prueba de fe', es un título muy impactante, ¿no es así?

'Prueba de fe' lo que hace es cerrar una trilogía que me ha costado muchísimos años escribir. Cierro yo también algo importante en mi vida. Llevo escribiendo desde los 9 años. Por aquel entonces, yo no sabía que la escritura era algo terapéutico pero sí que es cierto que, a mí, de alguna manera me estaba ayudando y cambiando la vida. Empecé por algo íntimo, un diario que me regaló mi madre por el día de la Comunión, y me hacía sentir bien. Siempre he escrito todos los momentos buenos, menos buenos, dramáticos, momentos tristes y alegres, tonterías mías y de los demás. Prueba de fe cierra una trilogía que lleva escrita muchos años y cierra una etapa de inflexión e introspección en la que creo que he ido evolucionando.

¿Qué encontrará el lector en este tercer libro?

En el primer libro, Volando Alto, salgo del cascarón para abrirme a la gente. Yo estaba detrás de todas las caretas, había una persona vulnerable que había sufrido muchos miedos, que había sufrido abusos y muy poca gente lo sabía. Ese primer libro habla del estrés post traumático. Habla mucho de mí, de mi historia, un libro muy íntimo que necesitaba salir a la luz para que la gente entendiera quien era. El segundo libro, Feliz de ser yo, es el autoconocimiento a través de las relaciones personales y de vínculos familiares. En realidad, creo que un proceso de liberación emocional no tiene la aceptabilidad que debería tener si no empiezas a profundizar en tus vínculos, en las relaciones personales. Ese libro es una bandera blanca a la familia, que muchas veces culpamos y que tenemos como excusa para sentirnos mal y poder seguir reaccionando al mundo de una manera que no es lógica. Lo que nos ha ocurrido nos puede afectar, por supuesto, pero no es una excusa para seguir siendo infelices. No importan las experiencias que hayamos vivido que tú tienes el poder en tus manos de cambiar tu vida si te implicas en el presente y empiezas a cambiar las riendas de tu vida. Prueba de fe es mi libro preferido porque en él dejo de centrarme tanto en mí, hay gente que tiene historias mucho más fascinantes que la mía. Gente que tiene historias mucho más duras, más increíbles y que somos resilientes. Estas personas, sin ellas saberlo y quizá yo tampoco, empiezan a ayudarme porque empiezo a darme cuenta de lo bonito que es aprender de otros, no centrarse en uno mío, leer otras historias y compartir. Empiezo a darme cuenta de que la referencia de otras personas nos ayudan a aumentar nuestra fe. Todos hemos superado enfermedades, nuestras o de familiares nuestros, divorcios, separaciones, rupturas, nos hemos enfrentado a miedos. Esas pruebas de fe, más pequeñas o más grandes, nos ayudan día a día a la hora de confiar en el Ser Humano y en nosotros día a día.

En el libro, hace hincapié al conocimiento personal de uno mismo, ¿estamos tan pendientes de los demás que nos olvidamos de nosotros mismos?

El Ser Humano es experto en viajar hacia afuera. Viajamos a muchos países, usamos redes sociales, somos expertos en conectar con el exterior pero se nos olvida el viaje hacia adentro. No nos escuchamos. Estamos proyectando siempre al exterior. Nos olvidamos que, realmente, la sabiduría comienza hacia dentro. Tenemos la máquina más potente del mundo que es el cuerpo humano y no tendemos a prestarla atención. Somos expertos en compararnos pero no nos escuchamos. No conectamos con nosotros mismos porque tenemos miedo de lo que podamos descubrir. Es ironía porque cuando empezamos a descubrirnos vemos el verdadero potencial que tenemos dentro.

Habla de fe en un momento en el que, quizá por la pandemia, hemos dejado de creer hasta en el Ser Humano, ¿está de acuerdo?

Sí estoy de acuerdo. Deseamos confiar. Creo que el Ser Humano, innatamente, en nuestro interior, deseamos porque necesitamos de otras personas, del universo y de la vida, pero nos asusta. Cuando nos vienen golpes como la pandemia o sufrimientos, lo más fácil es tirar la toalla. Pero yo creo que el Ser Humano sigue existiendo porque cree en algo. Creemos y necesitamos creer en algo. No es fe ciega. Es duro creer en uno mismo porque no es fácil pero creo que, a pesar de las noticias y del caos, hay altruismo y hay gente que da la vida por otras personas. En esos momentos, algo en tu interior te anima a no tirar la toalla. Esa es la fe, la certeza de que, a pesar de las circunstancias, hay algo.

¿A través de la reflexión con la lectura del libro uno puede llegar a comprender qué es lo que realmente quiere?

Sí, porque el miedo nos paraliza, nos limita. Es lo que hace que no sigamos adelante y que nos quedemos en la zona de confort aunque nos provoque la muerte o la enfermedad en el caso de los fumadores o los alcohólicos. Espero que este libro sea ese golpe en la frente que diga, despierta, porque comparte historias y casos con los que te puedes identificar. Todos hemos atravesado momentos de incertidumbre o muy difíciles pero siempre, siempre, de verdad, el Ser Humano puede llegar a sorprenderse a sí mismo con la fortaleza que tiene.

No esconde que vivió una infancia marcada por el abuso y por el trauma, ¿invitaría a alguien que haya pasado por momentos difíciles a que escriba porque darlo a conocer ayuda?

Todo el mundo tenemos un proceso en la vida. En mi caso, la escritura me ha salvado la vida. A mí, me sigue salvando. Lo importante es encontrar qué es aquello que te ayuda a liberarte emocionalmente. Hacerlo, a veces, es verbalizar y otras no. Todos llevamos un proceso y hay veces que tenemos que esperar a coger las fuerzas suficientes para poder expresar y sacar todo el miedo que llevamos dentro. Es muy difícil continuar nuestra vida sin habernos enfrentado a lo que nos asusta pero, también es cierto, que no siempre estamos preparados para enfrentar según qué cosas. Todo necesita un proceso y, poco a poco, conectar con tu fuerza. La escritura es algo que a mí me ha ayudado. Puedes escribir para ti misma, a veces no necesitas publicar un libro para liberarte emocionalmente. Lo importante es dar con aquello que te haga sentir un poquito mejor. En lugar de enfocar todos los pensamientos negativos que te vienen a la cabeza, como me sigue pasando a veces, puedes plasmarlos y sacarlos porque una vez que sacas todo lo que llevas dentro te sientes más liviana y más ligera. La escritura puede resultar terapéutica pero no es una terapia. El New York Times publicó hace tiempo que el 85% de las personas adultas desean escribir un libro o lo han deseado. Mucha gente no lo hace por miedo pero deseamos compartir. Más que escribir y publicarlo se trata de compartir tus vivencias, tus experiencias, porque aunque no lo sepamos, hay miles de personas que han pasado por cosas parecidas a las que les puedes ayudar a través de tu experiencia. La escritura no solo nos ayuda a conocernos, puede ayudar a otras personas. Es algo maravilloso.

Ha mencionado en varias ocasiones el miedo, ¿cree que la pandemia ha incrementado esos miedos?

Claro. Yo que se supone que tengo herramientas para controlar los miedos y he estado muerta de miedo. Todos estos miedos son racionales y nuestra imaginación nos jugaba malas pasadas. El miedo que hemos pasado todos con la pandemia ha sido muy real y muy negativo porque nos ha hecho incrementar nuestros miedos y nuestra ansiedad. Nos ha alejado de nuestras familias aunque nos ha conectado por redes sociales con otras personas. Imagínate las personas que teníamos trastornos a nivel mental. Hemos tenido que tirar las herramientas que teníamos. Ha sido un momento triste que espero que nos sirva, al menos, para darnos cuenta de que la salud mental es muy importante, al igual que la emocional y la física. Creo que no la teníamos en cuenta y, ahora, gracias a la pandemia creo que se le está dando un poquito más de importancia.

¿Le molesta que sus títulos estén bajo la etiqueta de libros de autoayuda?

Ni me gusta ni me disgusta. Es verdad que mis libros se catalogaron de autoayuda porque ayudan a miles y miles de personas en el mundo. Y yo estoy encantada. Yo diría que son de crecimiento personal pero mientras ayude a las personas no me importa. Las etiquetas pueden ayudar o no a la persona pero lo que yo hago es que no me limiten. Al contrario, creo que la palabra autoayuda es buena pero es cierto que yo los considero más de crecimiento personal.

En su libro pueden leerse muchas citas, al igual que en su página se presentan sus libros de cabecera, ¿le gusta que sus lectores sepan las fuentes de las que bebe como escritora?

Creo que, en esta vida, hemos venido a compartir y no a competir. Desde siempre, me he enfocado en compartir. Eso significa tener referencias. Lo que deseo es que las personas no solo se queden con lo que yo diga, que las personas curioseen y que se abran a otras posibilidades que les puedan ayudar. Hay muchas herramientas que a mí me han ayudado y cuantas más opciones tengamos en cuanto a la posibilidad de elección. De todo podemos sacar algo bueno. Hay un abanico de posibilidades especialidades que nos pueden ir mejor o peor según nuestras posibilidades. Por eso, Prueba de fe comparte tanto. Siempre he dicho que un libro puede cambiarte la vida, tanto si lo escribes como lo lees. A mí, me ha ocurrido.

¿Cómo invitaría al lector a leer su trilogía?

Lo hice así porque es un compendio de todo lo que he aprendido. Todos tienen su principio y final para que cualquiera pueda leerlo sin necesidad de leer los otros.

¿Qué planes tiene como escritora?

Mi proyecto inmediato es seguir escribiendo. En Navidad, se publicará mi quinto libro de crecimiento personal que lleva por título La música que llevas dentro, que escribo con mi pareja. También tengo un proyecto muy bonito, Tu libro interior, que es un método para ayudar a la gente a través de la escritura. Además, he firmado un contrato con una plataforma importante y voy a trabajar con ellos en inteligencia emocional. Y a partir de ahora, voy a utilizar la novela para contar historias fascinantes que me han contado otras personas. Haré novelas de crecimiento personal. Voy a escribir más ficción. También tengo la posibilidad de hacer guiones de cortos. Hice uno muy bonito sobre los miedos y me fascina. Voy a seguir escribiendo y conectando con la gente. Lo mío son las conexiones en la vida.