Luis del Val

LA COLUMNA

Luis del Val

Periodista y escritor


370 asesinatos sin resolver

22/04/2022

El otro día, en lo de Carlos Herrera, José María Fidalgo hizo una interesante observación, refiriéndose al olvido generacional, y comentó que él se acordaba perfectamente de los asesinatos de ETA, porque asistió a más de un funeral, pero que a gran parte de las nuevas generaciones les suena a un acontecimiento ocurrido hace mucho tiempo. Tiene razón. Mis hijos eran universitarios cuando participaron en el alud de manos blancas, en U.A.M., tras el asesinato de Tomás y Valiente, y, luego, en la ola de indignación que surgió tras el de Miguel Ángel Blanco, pero creo que a sus hijos el terrorismo de ETA lo tiene englobado en esos hechos del pasado que se estudian -si se llegan a estudiar- igual que la II Guerra Mundial, o el nacimiento de la Unión Europea.

Hay 370 asesinatos sin resolver, lo que supone que varios centenares de hijos, viudas, viudos y madres viven sin saber quién les mató, pero con la certeza de que los autores no pagarán nunca el crimen cometido, porque prescribirá con el paso de los calendarios.

En la Unión Europea se abre la posibilidad de calificar los horrendos crímenes de ETA "crímenes de lesa humanidad", lo que neutralizaría la prescripción, a la vez que se alienta a que la liberación de los condenados estuviera sujeta a su colaboración con la Justicia. Eso en la Unión Europea. En España, el ministro Marlaska hace todo lo contrario, y el progreso de grado y la libertad no necesitan ni siquiera el preceptivo arrepentimiento. Por si cupiera la duda de que es un capricho del peor ministro de Interior que ha habido en España desde la Transición, la política del Gobierno se proyecta sobre Europa, y los socialistas españoles votan allí en contra de esa posibilidad.

No, no voy a repetir la larga lista de socialistas que derramaron su sangre por ser concejales, alcaldes o militantes del PSOE. Son bastantes. Pero no los suficientes para que al PSOE actual -tan cambiado con Pedro Sánchez- posea la sensibilidad de colaborar en el esclarecimiento de los asesinos. Ya lo dijo, una vez, la viuda de un socialista: "Haréis cosas que os repugnarán a vosotros mismos". Parece que la intuición se está cumpliendo.